India Pale Ale
IPA es la abreviatura para India Pale Ale, un estilo de cerveza que se originó a finales del siglo XVIII mientras viajaba en barco desde Inglaterra para ser consumida en India a 20.000 kilómetros de distancia.
Como su nombre indica es una cerveza tipo ale pálida pero con un nivel más alto del habitual en alcohol y lúpulo. El hecho de que su creación obedeció fundamentalmente a intereses de expansión comercial ha resultado ser un mito. Más bien fue fruto de la casualidad o un accidente.
Mitos y leyenda
Dice el mito –quizá basado en un estudio del profesor Alan Pryor de la Universidad de Essex– que los cerveceros británicos, ante la enorme cantidad de consumidores potenciales que les ofrecían las tropas y civiles establecidos en la India, fracasaban sin embargo en el intento de exportar su cerveza más apreciada.
Las botellas de porters, tras un azaroso periplo en barco a través de dos océanos y tres continentes llegaban a Bombay, Calcuta o Madrás en pésimo estado, caducadas e insalubres, agriándoles el negocio pues era una época en la que no se podía contar con la refrigeración y la pasteurización.
Hasta que un cervecero londinense, George Hodgson de la cervecera Bow Brewery, dio con la receta salvadora: más alcohol para disuadir a los microbios y más lúpulo contra las bacterias que acidificaban la cerveza, resultando del experimento una Pale Ale muy amarga, alcohólica y espumosa capaz de resistir las penurias del recorrido y su posterior almacenaje bajo el clima, más cálido, de la India. Una historia hermosa pero cuestionable.
La India Pale Ale no fue un invento ni hubo intención de desarrollar una respuesta comercial a las necesidades de exportación. Tampoco se llamó así desde un principio sino que su nombre, East India Pale Ale, le llegó una vez popularizado el estilo a mediados del siglo XIX.
Detalle del cuadro de Francis Holman: «The Indiaman ‘Royal George’ in Three Positions in the Downs» de 1779
La auténtica IPA
Según cuenta el periodista cervecero Martyn Cornell, existen evidencias que respaldan tanto el que los cerveceros ingleses ya elaboraban cervezas pale ale a principios del siglo XVIII como que los cerveceros londinenses estaban avisados de la necesidad de añadir más lúpulo a las cervezas para exportar a lugares cálidos; también hay referencias de que los barriles de cervezas porter podían aguantar un año de travesía en barco y, aún así, resultar excelentes al gusto.
Nacida, no ‘inventada’
Sí es cierto que George Hodgson, de la Bow Brewery, fue quien casualmente protagonizó el nacimiento de las luego llamadas IPA, pero hicieron falta tres circunstancias.
Primero estaba la cercanía de su cervecera londinense a los East India Docks, los muelles de las empresas mercantes de exportación de donde partían sus barcos, los ‘Indiamen’. Además les ofrecía líneas de crédito holgadas, de hasta 18 meses, lo que hacía más atractivo negocio para quienes querían añadir cerveza a las mercancías que llevaban para comerciar en la India.
Y por último estaba su cerveza amarga «de reserva» elaborada en octubre y que, según los entendidos de la época, precisaba 12 meses antes de ser embotellada y otro año más de maduración en botella para estar en su punto óptimo.
Un golpe de suerte
Sin embargo, para fortuna de Hodgson, una cerveza que en condiciones normales hubiera necesitado dos años para empezar su consumo maduró en los barriles durante la travesía como si hubiera pasado dos años en bodega. Hodgson no lo sabía pero podría estar multiplicando por seis su potencial de producción cervecera.
En solo cuatro meses, los que se requerían para viajar a la India a través del Cabo de Buena Esperanza, Hodgson ofrecía un producto listo para desembarcar y consumir por lo cual él y su cerveza se harían aún más populares entre los comerciantes y vería su negocio subir como la espuma.
La “fórmula” de la IPA sería adoptada por otras cerveceras y cruzaría fronteras, para ser elaborada en la propia India donde, en 1880 ya operaban una docena de cerveceras en el Punjab pioneras de las primeras compañías cerveceras asiáticas.
Las cervezas IPA son ales pálidas con una mayor concentración de lúpulo y alcohol.
¡IPA!, ¡IPA!, ¡Hurra!
La expansión del estilo cervecero de las IPA ha conservado el nombre y ha ido dejando atrás alguna de las características originales como su origen, color, el grado alcohólico… incluso la barrera que suponía el amargor frente al gusto preferente por las cervezas ligeras, amargor que ha ido convirtiendo a las IPA de tendencia marginal en corriente dominante y corresponsable del ascenso en el consumo entre las nuevas generaciones de las cervezas artesanales.
Tras una primera distinción entre IPA inglesas, elaboradas con lúpulos británicos y de gusto más floral y picante, y sus parientes americanas, las APA, más cítricas y afrutadas por la adición de lúpulos americanos, hoy nos vemos sumergidos en un enorme barril de siglas y variedades; una expansión propiciada, desde los años 70 y 80, por la influencia de los cerveceros artesanos estadounidenses.
Más cervezas IPA
Las DIPA (Double IPA o Imperial), por ejemplo, son cervezas “strong” originadas a mediados de los 90 en la Costa Oeste de Estados Unidos, más subidas de alcohol y lupulizadas. Por contra, la Costa Este responde con una nueva tendencia muy apreciada, dicen, por las generaciones de Instagram: las NEIPA o New England IPA son cervezas menos transparentes, anaranjadas, escasas de gas y mucho menos amargas.
Después entraríamos en el terreno de las cervezas catalogadas como Especialidades IPA donde tienen cabida variaciones sobre las IPA (English IPA) o las American IPA: Black IPA , Brown IPA, Red IPA, Rye IPA (centeno) o White IPA (trigo), estas últimas emparentadas con las Witbier belgas.
Las cervezas estilo IPA están bien representadas en el catálogo de Fassbiere
Habemus IPA
Por el catálogo de Fassbiere ha desfilado una amplia variedad de cervezas de este estilo en alza: americanas como la Anchor, Anderson Valley, Rogue, Shipyard APA o Flying Dog; inglesas como la Fuller’s o la Samuel Smith; las Maximus, Two Chefs, Emelisse e IJ son aportaciones de los Países Bajos, y también Bélgica está presente con la Troubadour o la Kasteel Hoppy.
Y abundando en Bélgica, cuna cervecera, conviene reseñar su variedad particular: la Belgian IPA. El uso de levadura belga aporta ese particular carácter especiado y frutal. De perfil complejo, tono más claro y más atenuadas, las IPA belgas recordarían a una Tripel lupulizada y con mayor grado de alcohol que una típica India Pale Ale.
En Fassbiere nos toca el tema muy de cerca pues disponemos de nuestra propia Belgian IPA: la Te Deum IPA, elaborada por The Musketeers creadores de la afamada Troubadour.
El equipo de Fassbiere
¿Necesitas más información? Consúltanos.
Cinco apuntes sobre las cervezas IPA
1
La IPA es una cerveza tipo ale pálida aunque con un nivel de lúpulo más alto de lo habitual. Su ‘creación’ a finales del siglo XVIII es un mito; fue una casualidad y no recibió su nombre comercial, EAST INDIA PALE ALE, hasta 40 años después.
2
Las cervezas PALE ALE ya existían en Inglaterra antes de la llegada del estilo IPA. Y todos los cerveceros de la segunda mitad del siglo XVIII estaban advertidos de que las cervezas a exportar a sitios cálidos debían elaborarse con lúpulo.
3
George Hodgson, de la cervecería Bow, cercana al puerto de Londres, sumó a su catálogo de PORTER para exportar a India una PALE ALE, que aceleró su maduración en su viaje en barco y gustó entre las clases pudientes europeas.
4
La IPA americana, creada por Anchor en 1975 sería una versión artesana de la inglesa pero con lúpulos locales. Hoy, el estilo IPA es más bien una familia que incluye distintas variedades tanto de elaboración como de procedencia.
5
Las variedades de IPA incluyen las americanas ‘West Coast’ y ‘New England’ (NEIPA) –junto a su subestilo Milkshake–, la turbia ‘Hazy’, las ‘White’ (Trigo), ‘Red’ y ‘Black’, la ‘Belgian’, las ‘Triple’ y ‘Doble’ (Imperial), la ‘Session’, con menos alcohol, y hasta una seca ‘Brut IPA’.