Desde 1990 Fassbiere distribuye cervezas de las principales marcas y de cerveceras artesanas

Ale Belgas

Las cervezas ale belgas, procedentes del antiguo Flandes, abarcan un abanico de estilos multicolor, del oro pálido a los tonos cobrizos y oscuros, que ofrecen sus variedades pale ale, blond ale y golden o dark strong ale.

La Bélgica cervecera ofrece mucho más que sus cervezas afrutadas, lambic, cervezas blancas de trigo, de abadía, trapenses, saison o bière de garde.

Bélgica: Tradición cervecera

El 4 de agosto se celebra el Día Mundial de la Cerveza; y en Bélgica, donde su tradición cervecera está considerada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

Diez días después tienen otro motivo de conmemoración pues en el siglo XI su cerveza salvó de la peste a muchos parroquianos de Flandes oeste. Qué mejor momento que el verano homenajear a las cervezas ale de Bélgica.

Maison des Brasseurs en la Grand Place de Bruselas, Bélgica. Foto de Stephanie LeBlanc en Unsplash

Fachada de la Maison de Brasseurs en la Grand Place de Bruselas. Foto de Stephanie LeBlanc en Unsplash

 

Los cerveceros belgas producen más de una veintena de estilos de cerveza y centenares de variedades dentro de ellos.

Algunos tipos, como las cervezas lambic o las cervezas trapenses, ya los hemos reseñado en nuestra web. Y aunque Bélgica es vecina de grandes culturas cerveceras como la de Alemania, resiste con “estilos” las presiones de las populares cervezas pilsner checas o las helles alemanas.

De hecho, las cervezas ale belgas resultan difíciles de encasillar por su gran diversidad: claras y oscuras, ácidas y dulces, suaves y fuertes en alcohol… Si hay algo que unifica las cervezas belgas es, precisamente, el diferenciarse de las demás tradiciones cerveceras.

Cervezas Ale Belgas

Una diferenciación que ha sabido ganarse adeptos entre consumidores y cerveceros de otros países y continentes hasta el punto que la exportación de sus estilos ha llegado a compensar el descenso del consumo de sus cervezas dentro de sus propias fronteras.

Y dentro de ese variopinto abanico de cervezas que incluye las pale ale y las blond ale belgas,  destacan sus cervezas fuertes, las Golden Strong Ale de Bélgica.

A años luz de las lager que inundan de frescor los veranos, más fuertes y complejas que las Golden Ales americanas y en el lado duro de las cervezas belgas de abadía y trapenses, las Belgian Golden Strong Ales constituyen un estilo de cerveza que nace y se desarrolla alrededor de una marca y una cervecera emblemáticas: Duvel Moorgatt.

Una cerveza ‘del diablo’

Fundada en 1871 la cervecera de Jan-Leonard Moortgat elaboraba una cerveza de alta fermentación que con perseverancia logró asentarse en el negocio.

La Primera Guerra Mundial da a la segunda generación de la familia la oportunidad de conocer las Ales inglesas y obtener las levaduras escocesas que se siguen usando hoy.

El fin de la primera gran guerra traería otro gran regalo para esta familia de cerveceros: esta nueva cerveza sirvió para conmemorar el fin de la contienda con el apropiado nombre de “Victory Ale”.

Esta denominación le duró poco pues un zapatero, al catarla durante una sesión de degustación dijo de ella, tal vez por su elevada graduación, que era “un verdadero diablo de cerveza”.

Duvel (“diablo” en un dialecto holandés) paso de inmediato a ser la marca de la cerveza insignia y a encabezar el nombre de la cervecera familiar. Desde entonces, todas las cervezas belgas que han pretendido destronarla han elegido nombres profanos y poco piadosos que contrastan con la devoción de los belgas a sus cervezas y a su patrón cervecero.

Cervezas Ale Belgas en Fassbiere: Pale Ale, Blond Ale, Golden Strong Ale, Dark Strong Ale

La última cerveza ale belga de Duvel: la 6.66. Otra referencia diabólica para competir por el trono de las cervezas infernales belgas.

El auténtico patrón de la cerveza

El responsable de la cerveza milagrosa fue San Arnaldo, anterior obispo de Soissons quien, a finales del siglo XI, al ser relevado de su cargo se trasladó de Francia a lo que ahora conocemos como Bélgica para fundar la abadía de San Pedro en Oudenburg.

Allí llevando una vida retirada y, gracias a la providencia, dedica su tiempo a la fabricación de la cerveza, una materia que conocía bien de sus días de milicia pues fue soldado antes que fraile.

Vidriera de San Arnoldo de Soissons en la cervecera Huyghe (detalle)

Imagen de San Arnaldo de Soissons, de artista desconocido aunque fechada en 1942, en una vidriera de la cervecería Huyghe, en Melle, Bélgica.
Foto de Henxter en Wikimedia.

En la Edad Media europea la cerveza se elaboraba refinando en las abadías católicas los procesos cerveceros de los pueblos celtas. El mismo Arnoldo descubrió que podía hacer menos turbia su cerveza filtrándola a través de cestos.

Con fines nutricionales y menor graduación que la cerveza actual, el complemento alimenticio que sustentaba los ayunos cuaresmales de los monjes y socorría también a los peregrinos llegó al consumo local como recurso sanitario alternativo a las aguas insalubres y pasaría a convertirse en parte fundamental de la dieta flamenca siendo hoy día un elemento básico de la gastronomía y la identidad belga.

Fue siendo abad cuando Arnaldo descubrió que, mientras los lugareños enfermaban y morían, las monjas y los frailes de su abadía conservaban la salud. Así intuyó que la diferencia estaba en el consumo de ese “regalo de la salud” que era la cerveza fabricada en la propia abadía y promovió entre los locales el consumo y fabricación de su receta de cerveza.

Sin saberlo, el buen abad extendió, asociada a la cerveza, una de las costumbres sanitarias más importantes: hervir el agua. Un procedimiento fundamental para la elaboración de la cerveza pero que nadie usaba para hacer salubre el agua de beber.

Un brindis por la salud

Ahora, cada verano, durante las fiestas de la cerveza belgas, se recuerda la figura del abad canonizado santo en el siglo XII y cuya onomástica es el 14 de agosto.

Para conmemorarlo nada mejor que, como gusta a los belgas, enfriar una copa tipo borgoña o de cáliz y pasar revista a las doradas, cristalinas y espumosas cervezas ale belgas de nuestro catálogo.

Hemos reseñado ya muchas de estas cerveceras belgas en nuestra página de marcas: The Musketeers, Roman, Brasserie du Bocq, Bavaria, De Halve Maan, Van Honsebrouuk, Brasserie D’Achouffe, Huyghe, Van Steenberge, Het Anker…

Cervezas Ale Belgas en Fassbiere: Pale Ale, Blond Ale, Golden Strong Ale, Dark Strong Ale

En la parte más “strong” de nuestro abanico están las ambarinas Piraat de 10°, la triple de Brujas Straffe Hendrik con 9° (elaborada con seis tipos de malta y dos de lúpulos) y la belicosa Brigand, también de 9°, que con su poderío rinde homenaje a los granjeros flamencos que se movilizaron para expulsar a los franceses en 1798.

La Reina  y las pretendientes al trono

Con 8,5° tenemos a la pionera Duvel, la dorada Cornet y las más ambarinas Judas o Satan Red. Cuando en los años 70 Duvel inició su expansión europea abría estas puertas a nuevas cervezas como la Judas, de 1986 o la más reciente Cornet, de 2014, que recoge el testigo de una cerveza creada por un mayordomo del siglo XVIII en la cervecería Den Hoorn, luego llamada Palm (nada que ver con la Den Hoorn renombrada como Artois).

La Cuvée des Trolls, rubia de 7°, solo roza las dos décadas pero cuenta así mismo con una azarosa herencia cervecera también iniciada en el siglo XVIII.

Algo más ligeras, con 6’9°, son las conmemorativas Gentse y Rebelse Strop de Brouwerij Roman. El nombre strop, “nudo corredizo”, recuerda a los retadores habitantes de Gante que se rebelaron ante los impuestos de guerra de Carlos V, quien les obligó a llevar corbata: una soga al cuello; un símbolo de su candidatura al ahorcamiento que ellos portaban orgullosos.

Y la más suave Brugse Zot, de 6°, tampoco se queda atrás en tirar de leyenda: se remonta al siglo XV y al desencuentro entre los habitantes de Brujas y el emperador Maximiliano.

El verano pasa rápido y hay tantas y tantas por probar… Op uw gezonheid! ¡A tu salud!

Cinco apuntes sobre las cervezas ale belgas

Cervezas Ale Belgas en Fassbiere: Pale Ale, Blond Ale, Golden Strong Ale, Dark Strong Ale

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En Bélgica las cervezas son parte de su atractivo turístico: hay rutas, museos, eventos y restaurantes dedicados a la cerveza donde podrías tomar una cerveza diferente cada día del año. La UNESCO considera su tradición cervecera Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

Fassbiere: icono de cerveza según la regla trapense

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Son muy celebradas sus festividades veraniegas en torno al Día Mundial de la Cerveza y el día de San Arnoldo quien, en el siglo XI, salvó de la peste a muchos parroquianos del Flandes oeste acostumbrándoles a beber cerveza en vez de agua. También tienen un legendario “Rey de la Cerveza”: Gambrinus.

Fassbiere: icono de abadía trapense

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Desde el siglo IX, con el auge de los monasterios, despega la producción cervecera, apoyada por Carlomagno. La exención de impuesto sobre la cerveza monástica, impulsa una cerveza laica diferente y más ligera. Entre los siglos VI y XIV, se añade ‘gruit’ a la cerveza: una mezcla de hierbas locales cuya técnica se ha recuperado hoy en día.

Fassbiere, importación de Cervezas Bock, Doppelbock, Maibock, Eisbock, Weizenbock.

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Entre los siglos XI y XIV el lúpulo supone para las cervezas flamencas una nueva era en la elaboración. La influencia de las ales escocesas es patente en las cervezas ale belgas que abarcan desde las pale ale oro pálido a las strong ale doradas, cobrizas y oscuras.

Cervezas Duvel en Fassbiere: Pale Ale, Blond Ale, Golden Strong Ale, Dark Strong Ale

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Las cervezas belgas responden con sus doradas pale ale a la expansión lager con las pilsener de origen alemán y checo. Finalizada la I Guerra Mundial aparece una cerveza que marcará tendencia creando la saga de las cervezas Ale de Bélgica tipo Golden Strong: la cerveza Duvel.