Marcas Cerveceras en Fassbiere
Nuestras Marcas
Fassbiere importa
Desde 1990 descubriendo, presentando y sirviendo marcas cerveceras de todo el mundo.
En Fassbiere llevamos desde siempre renovando a diario nuestro catálogo. Una selección tan amplia debería estar, como poco, representada por las marcas cerveceras que las elaboran.
Descubrir su historia, sus características y cualidades ayudan a conocer mejor y apreciar más el mundo de las cervezas.
Nuestras marcas cerveceras
Cornet
Las cervezas realizadas por encargo son bastante habituales en el panorama cervecero contemporáneo. Pero el caso de la cerveza Cornet, aunque lanzada comercialmente por Royal Swinkels en 2014, se remonta al siglo XVIII.
Entonces era una cerveza reservada para los visitantes ilustres del Castillo de Diepensteyn cuyo propietario, el Conde de Steenhuffel/Maldeghem, encargó a su mayordomo elaborar una cerveza fuerte en la cervecería Den Hoorn.
Es a ese mayordomo al que la cerveza actual debe su nombre: Theodoor Cornet. La receta también recupera algo de la tradición de aquella cerveza rubia fuerte que solía elaborarse en barricas de roble.
Hoy, virutas de roble añadidas al proceso de elaboración de la cerveza sustituyen a las barricas de roble aportando a Cornet su particular sabor a vainilla y que convirtió en un éxito de ventas que superó a otra marca líder en la compañía: Rodenbach.
El caballero presente en la etiqueta de esta cerveza también rinde otro homenaje; en este caso a un antepasado del noble que hizo el encargo. Se trata de un cruzado flamenco, Salomon de Maldeghem, partícipe en la Primera Cruzada.
Shipyard
Comenzó siendo una cervecera artesanal hace 30 años, en 1994, y hoy es la mayor cervecera de Maine y la cuarta mayor microcervecería de Nueva Inglaterra, ranking que lidera la Boston Beer Company.
Pero la historia de sus cervezas comienza un par de años antes, en 1992, con la cerveza que sus fundadores, Fred Forsley y el maestro cervecero Alan Pug, crearon para su primer brewpub en el puerto de Maine.
Su apertura coincidió con el boom de la industria estadounidense de la cerveza artesana que ya se venía fraguando desde finales de los años 70.
Cuando, apenas dos años después de abrir, el pub se vio desbordado por la cantidad de demanda, Fred y Alan se llevaron a Portland la producción refundando la compañía como Shipyard Brewing Company.
Ahí se inicia un catálogo que actualmente incluye desde su célebre Pumpkinhead Ale de trigo, hasta sus clásicas pale ple, IPA o stout y sus cervezas de temporada.
Rothaus
Rothaus es una cerveza de culto. Sus entusiastas consumidores incluso contribuyeron a ello poniendo nombre, en los años noventa, a la joven que nos sonríe desde la etiqueta: Birgit Kraft. O, para los entendidos, “Bier git Kraft” (la cerveza da fuerza, o poder).
El estilo convenientemente “vintage” de la etiqueta diseñada en 1972 refleja tanto su origen en la Selva Negra como sus raíces monacales, con ese dibujo simple, colorista y ribeteado de negro al estilo del emplomado de las vidrieras.
Fue fundada por monjes, en 1781, como un conveniente complemento a un restaurante aldeano situado en una transitada ruta comercial.
Apenas transcurrido un cuarto de siglo, aquella cervecería pasó de pertenecer a la abadía benedictina de St. Blasien, a ser secularizada y propiedad del Gran Ducado de Baden.
Hoy es el estado federado de Baden-Wurtemberg el único accionista de la cervecería Rothaus, quien la gestiona mediante una sociedad estatal de participación financiera: La Badische Staatsbrauerei Rothaus AG.
Belhaven
Brewery
Belhaven Brewery se funda en 1719. Situada en el antiguo puerto de Dunbar, cerca de Edimburgo, es la fábrica de cerveza en activo más antigua de Escocia.
De hecho, es posible que su actividad cervecera sea aún más antigua ya que 1719 es solo la fecha que registra su presencia en la localidad de Belhaven, situada fuera de los límites de Dumbar, desde donde posiblemente se mudó para eludir impuestos.
En esa primera mitad del siglo XVIII, cuando Belhaven aún era conocida como Johnstone’s –más tarde Dudgeon’s– la competencia local era alta.
Mas la pequeña escala de producción y su capacidad de malteado, mucho mayor, hizo imponerse a Belhaven sobre sus competidores hasta quedarse con ese mercado en el XX.
Como muchas cerveceras del Reino Unido Belvaven tenía su propia cadena de pubs que se incorporaron al grupo inglés Greene King cuando éste, en 2005, adquirió Belhaven por 187 millones de libras manteniendo la marca y su fábrica de cerveza tras la adquisición.
Greene King sería adquirida a su vez por un grupo inversor honkonés justo en el año del 300 aniversario de Belhaven. Una operación vigilada atentamente por CAMRA dado que implica a más de 3.000 establecimientos vinculados a la firma.
Bajo el paraguas de Greene King, Belhaven ha llegado a elaborar una veintena de cervezas de diferentes estilos: ales, IPAs, stouts y lagers.
Además, también publica la revista del sector “Belhaven Value for Venues”.
Brauhaus
Faust
La Brauhaus Faust está situada en un escenario de cuento: el bonito casco antiguo de Miltenberg con sus picudas fachadas rematadas con entramados de madera y donde el tiempo parece detenerse.
Un lugar ideal para una cervecera galardonada con los sellos de calidad “Slow Brewing” y “Bier Gewuusst Geniessen” para una elaboración y disfrute conscientes.
En sus inicios, en 1654, usaba la enseña de un león y se la conocía por Löwenbrauerei. Aunque en suelo bávaro, la repoblación llevada a cabo tras la Guerra de los 30 Años hizo que esta cervecera alemana fuera fundada por un valón: el cervecero Kilian Francois Mathieu Servantaine.
La cervecera pasa a manos de la familia Krug en 1825, pero su relación con la Revolución alemana de 1848-1849 les obliga a exilarse a Milwaukee, Estados Unidos, donde fundan empresa precursora de una de las mayores cerveceras del mundo de mediados del siglo XX: la Joseph Schlitz Brewing Company.
Mientras, en Miltenberg, el tonelero y maestro cervecero Johann Adalbert Faust se incorporaría a la cervecera y acabaría comprando todas las acciones iniciando así su saga cervecera familiar.
Preceisamente el nombre dado a la más popular de sus cervezas, Faust, llevaría en los años 60 del pasado siglo a cambiar el nombre de la empresa por el de Brauhaus Faust.
Su catálogo ofrece 16 variedades y, además, cinco cervezas artesanales.
Y aunque su lema es “Faust. Das bleibt unter uns” (“Esto queda entre nosotros”) la verdad es que Brauhaus Faust es un secreto cervecero que merece compartirse.
Spencer
Brewery
Aunque la cerveza estadounidense hecha en abadía ya tenía cierta historia, la primera y única, hasta la fecha, cerveza trapense estadounidense no llegó hasta 2013. Y tampoco se quedaría mucho: tuvo una corta existencia de apenas una década.
En diciembre de 2013 la Asociación Internacional Trapense otorgaba su sello de Auténtico producto Trapense a las cervezas de la abadía de Saint Joseph en Spencer, Massachussets.
En la primavera de 2022 la Spencer Trappist Brewery cerraba su actividad.
La aventura cervecera, se inició tras diez años de deliberado estudio por los monjes y siguiendo el espíritu que inspiraría a otras muchas abadías trapenses: el de ayudar con las ventas de su producción al sostenimiento de la comunidad.
Sin embargo, es posible que el espíritu emprendedor y mercantilista estadounidense se impusiera al reposado y reflexivo criterio benedictino. Y no para bien.
Embarcándose en una inversión e instalaciones desproporcionadas, la cervecera –en opinión de algunos expertos– diversificó demasiado pronto su catálogo y no pudo encontrar una demanda acorde a su oferta –de cantidad y variedad– en un mercado donde impera el consumo masivo del estilo pilsner internacional (Bud, Miller, Coors).
Hoy, fuera ya del selecto grupo de abadías productoras de cerveza trapense, las escasas botellas que puedan encontrarse en el mercado de su Monks’ Reserve Ale Trappist Quadrupel o su IPA –la primera India Pale Ale trapense– dan fe de lo que fue un bonito sueño.
Cerveza
Te Deum
Ventidós años se han cumplido desde que Fassbiere se lanzó a la aventura de crear su propia cerveza de la mano de José Luis Ramírez y cuya historia puedes encontrar aquí.
Te Deum sería, como cuenta José Luis Ramírez en su libro, una completa gama de variedades de abadía belga (Blonde, Amber, Triple y Dark) diseñadas junto a los maestros cerveceros de Brasserie de Bocq para ofrecer una alternativa, al gusto español, a las cervezas de Leffe.
En 2019, respondiendo a la tendencia del consumidor hacia las cervezas lupuladas, Te Deum presentaba su variedad Belgian IPA, esta vez elaborada en colaboración con los creadores de la cerveza Troubadour: The Musketeers.
En diciembre de 2022, cumplido el XX Aniversario de la marca, San Nicolás nos vino desde Bélgica, con el regalo de la nueva –y cálida bock– Te Deum Winter, elaborada también por Brouwerij The Musketeers y que puedes conocer mejor en nuestra página dedicada a las cervezas de Navidad.
Brauerei
Karg
Brauerei Karg ya tenía más de un siglo de historia cuando una foto la hizo célebre en todo el mundo en 2015: Barack Obama alzaba el típico vaso de cerveza de trigo para dedicarle un brindis a los periodistas que cubrían la cumbre del G7 en el castillo de Elmau.
Aunque la cerveza era una Paulaner sin alcohol, en el vaso, bien visible, estaba el logo de Karg. Flanqueado por los escudos blanquiazules de Bavaria y con el paisaje que puede verse de fondo en la página web de la cervecera: el hotel de fachada escalonada y la cumbre del Hohe Kisten de fondo.
Andreas Karg compró en 1912 la fábrica de cerveza de trigo Hirschvogel, que ya existía en el Untermarkt de Murnau desde 1899, y le puso su nombre. Su hijo Andreas traspasaría, en 1977, el negocio a Franz Schubert. No el famoso compositor de lieder sino un nieto de Andreas Karg padre.
Aunque por razones de espacio, en 1980, la cervecería se especializaría en cervezas de trigo de fermentación alta, con el tiempo su gama volvería a incluir cervezas de fermentación baja y hoy presenta también cervezas orgánicas.
Flensburger
Brauerei
Flensburger Brauerei es una de las últimas cervecerías que quedan en Alemania que se mantienen independientes, al margen de los grandes grupos cerveceros.
Fundada el 6 de septiembre de 1888 por cinco ciudadanos de Flensburg mantiene en su accionariado a algunas de las familias fundadoras.
Y aunque proviene de una zona muy al norte de Alemania, junto al fiordo de Flensburg al lado de la frontera con Dinamarca, la cervecera está presente en más de 50 países y creciendo.
Como muchas cerveceras alemanas, en Flens sufrieron las crisis derivadas de las guerras. Y también gracias a ser proveedoras de los aliados, en este caso del ejército británico, pudieron salir adelante.
Pero en los años ochenta una feliz coincidencia vino a disparar el consumo de esta cerveza tradicional y, además, en un mercado más joven: Werner, el personaje más popular del cómic alemán era fan de la premiada Flensburger Pilsener, una de las seis variedades que componen su gama cervecera.
Alken –
Maes
Los inicios de la cervecera belga Alken-Maes hay que buscarlos a finales del siglo XIX cuando Egied y Nicko Maes adquieren Brouwerij Sint-Michael en 1880.
Alken y Maes no iniciaron su andadura juntas, aunque su historia discurre en paralelo.
En las primeras décadas del siglo XX tanto Alken (1923) como Maes (1930) establecen sus cervecerías locales. Ambas se especializaron también en la, “moderna” por entonces, variedad de cerveza pils.
En el último cuarto del siglo pasado, Maes inicia su carrera de adquisiciones en 1978, con la cervecera fabricante de la ale de abadía Grimbergen. Diversificaba así su oferta de cervezas.
Una década después Maes y Alken se fusionan y prosiguen su expansión incorporando nuevos estilos como la cerveza de trigo o la lámbica Mort Subite.
A su vez, Alken-Maes ha sido también objeto de adquisiciones sucesivas lo que ha favorecido su crecimiento. Primero, en 2000, por una compañía británica de bebidas que, posteriormente, en 2008, fue adquirida por el grupo cervecero Heineken.
Con la integración en Alken-Maes NV de la cervecera Affligem, una maltería y una sidrería, todas pertenecientes al Grupo Heineken, Alken-Maes se ha posicionado como número dos del mercado cervecero belga.
Brouwerij Emelisse
Noord-Beveland, era una isla situada en Zelanda que, tras batallar desde la Edad Media contra marejadas ciclónicas e inundaciones que anegaban sus asentamientos, acabó por ganarle terreno al Mar del Norte.
Uno de esos “pueblos ahogados” por los diluvios y desastres naturales era el de Emelisse.
Cuando el 1 de enero de 1995 se creó el municipio definitivo de Noord-Beveland la comunicad local se dispuso a promocionarlo.
De un cervecero aficionado parte la idea de elaborar una cerveza estilo abadía y nombrarla Emelisse Abdijbier.
A finales de 1998 se establece la Fundación Emelisse y, aprovechando esa experiencia cervecera local se decide elaborar una cerveza artesanal utilizando malta de cebada de cultivo local: habían nacido las primeras Emelisse, cervezas estilo abadía.
Hasta 2005 la comunidad no tuvo la ocasión de construir su propia cervecería y en breve, el éxito de las cervezas Emelisse requiere la participación en la producción de otras cerveceras con más capacidad productora.
Desde 2016 la producción se traslada a Goes, en Zelanda pero fuera de Bevelandia del Norte. Es la Brouwerij Slot Oostende se ocupa de mantener el legado de las cervezas Emelisse orientado también a conservar variedades cerveceras especiales como las weissbier, eisbock o la imperial stout, que aquí mostramos con la que fue su etiqueta original.
A. Rolinck Privatbrau.
Una de las líneas de negocio de las cerveceras experimentadas es la de realizar cervezas “a la medida” del mercado de sus clientes.
Sin ir más lejos, en Fassbiere tenemos tres ejemplos: las cervezas elaboradas por Brasserie Du Bocq (Te Deum estilo abadía y la wittbier Misty Blanche), la belgian IPA Te Deum desarrollada por The Musketeeers y una pilsener alemana que nos ha fabricado A. Rolinck Privatbrauerei.
Rolinck, la cervecera de Seinfurt, quizá no sea tan conocida como otras marcas alemanas pero tiene una historia igual de interesante. De hecho, sus instalaciones se pueden considerar un museo en funcionamiento, con su sala de calderas de valor histórico, maquinaria de 1940 y antiguos almacenes y bodegas abovedadas con instalaciones de repostaje que datan de la misma época.
Su historia es la de una difícil decisión tomada entre dos grandes pasiones: la música y la cerveza.
Alexander Rolinck, exitoso clarinetista, músico de la corte y copero al servicio del conde imperial Ludwig zu Bentheim-Steinfurt, elige en 1820 trabajar por su cuenta fundando la cervecería que aún hoy lleva su nombre. Sería su hijo quien, tras formarse en Baviera, introduce la cerveza lager y decide con su hermano trasladar la cervecería de Seinfurt a Röwekamp, por la calidad del agua.
La Rolinck Pilsener, base de nuestra cerveza rubia de barril Halligen, comenzó a elaborarse en 1875. Desde entonces, la saga familiar de los Rolinck continúa al mando hasta que en 2007 Krombacher compra la cervecería, manteniendo la marca Rolinck y desarrollando la empresa.
Bitburger Brauerei
Aunque hemos ya hemos reseñado Bitburger Braugruppe en relación a las marcas König Pilsener, Kostritzer y Licher, la cervecera alemana que originó el grupo merece su propio espacio entre nuestras marcas por ser una de las cervecerías privadas familiares más importantes de Alemania, con más de dos siglos de tradición, y líder en elaboración de cerveza de barril.
Fundada en 1817, la historia de Bitburger corre pareja a muchos de los hitos que repasamos en el blog de Fassbiere.
En 1842, cuando se crea el estilo Pilsen, en Bitburger se produce un relevo gestor que marcará el inicio de su imparable crecimiento. A caballo entre los siglos XIX y XX Bitburger incorporará la tecnología de refrigeración desarrollada por Carl Linde, y verá crecer su negocio gracias al desarrollo ferroviario en Alemania.
El mismo año del Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial (1883), Bitburger incorpora la Pilsner a su gama de cervezas y se verá envuelta en un pleito sobre denominación de origen que acabará fallando a su favor en 1913.
Como otras cerveceras alemanas, Bitburger hubo de reponerse de los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Mas, en apenas cuatro décadas, ya iniciaba su constitución como grupo con la adquisición de otras cerveceras y distribución de nuevas marcas.
Two Chefs Brewing
Los cerveceros de Two Chefs llevan años dándonos la lata… desde que decidieron eliminar de su producción el embotellado.
Su carácter creativo, travieso y desvergonzado se ve tanto en los nombres y etiquetado de sus cervezas como al acceder a su web donde te engañan al decirte que no importa la mayoría de edad para, a continuación, mandarte al sitio oficial de Peppa Pig si no afirmas que eres mayor de 18 años.
Ese afán de diversión y probar cosas nuevas está presente desde su constitución, en 2012, cuando dos chefs decidieron dejar de cocinar para otros y elaborar recetas de cerveza para sí mismos.
Al no conseguir capital de inversores tradicionales, ni cortos ni perezosos, montaron un crowdfunding y pudieron mudarse a un nuevo espacio. Como les funcionó, repitieron y sacaron el triple: 1 millón de euros.
Como buenos emprendedores, Two Chefs han probado no solo novedosas recetas, también el comercio electrónico, el lanzamiento de una cerveza reivindicativa con los Vengaboys, y hasta su propio local de restauración, tristemente tocado por la pandemia.
Pero al mal tiempo buena cara y, mejor, con buenas cervezas. En Two Chefs lo tienen claro, además de pasárselo bien haciendo cervezas, hay que pasárselo bien. O como dice su lema: “La vida es corta, vive un poco”.
Rogue
Ales
Los fundadores de Rogue Ales se aplicaron bien el eslogan de Nike: “Just Do It”.
Justo el mismo año en que Nike lanzaba su exitoso eslogan, varios de sus ejecutivos se lanzaban a la aventura de crear una cervecera que pondría Oregón en el mapa de las cervezas. Y no solo por sus numerosos brewpubs.
Y hablando de mapas… en nuestro artículo dedicado a cervezas de Estados Unidos comenzábamos nuestra ruta cervecera precisamente en Rogue, narrando los detalles de su fundación y su relación con un curioso personaje a quien homenajearon con una cerveza: la Rogue Mo’s Kölsch.
Como ejecutivos avezados y curtidos en las lides de las ventas y los deportes de alto nivel, los gestores de Rogue siempre han apostado por ir más allá.
Su lema, “Atrévete. Arriesga. Sueña.”, más allá del collarín, está presente en el espíritu de cada una de sus muchas y originales cervezas. Desde la elaboración de sus recetas hasta el nombre y la ilustración hace inconfundible cada cerveza.
Desde sus cervezas benéficas u honoríficas hasta el diagrama en forma de estrella que nos ayuda a identificar el sabor de la cerveza en la etiqueta, Rogue se posiciona como una cerveza popular, orientada a su gente, y que destaca entre la oferta ‘populachera’ de la típica cerveza estadounidense.
Leffe
Esta famosa cerveza ‘estilo abadía’ es una de nuestras marcas veteranas: estaba presente en el catálogo de Fassbiere años antes de su incorporación a AB Inbev.
Fue creada en el siglo XIII por la Orden de Canónigos Premonstratenses Norbertinos de la Abadía de Nuestra Señora de Leffe y los peregrinos de la Edad Media pronto descubrieron sus bondades.
Como muchas otras abadías Leffe no escapó a la turbulenta Revolución Francesa y resultó destruida en diversas ocasiones a principios del siglo XVIII.
En esta misma página de marcas comentábamos que similar suerte corrió la Abadía de Tongerlo (ver más abajo).
Ambas abadías mantendrían una relación estrecha cuando Tongerlo, al ser destruida por un incendio, alojó temporalmente a sus monjes en Leffe, quedándose algunos de los canónigos a residir permanentemente.
Con la reanudación de su actividad cervecera en 1952, Leffe fue pionera en los acuerdos entre abadías y cervecerías comerciales que, mediante el pago de regalías a la congregación permiten a las cerveceras utilizar, bajo licencia, el nombre de una abadía como marca de negocio.
Der Hirschbräu
Hirschbräu, la cervecera del ciervo, proviene de una tradición que se remonta a 1657, aunque el origen familiar de la cervecera, como la conocemos hoy, comienza en el siglo XIX.
Es en 1859 cuando Josef Anton Höß compra la cervecería original –Hirschwirt– y años más tarde, en 1891, Hermann Höß la reconstruye desde cero.
Como muchas cerveceras alemanas Hirschbräu sufrió los bombardeos aliados de la segunda Guerra Mundial, quedando destruida el 23 de febrero de 1945.
Pero la familia Höß no iba a renunciar a su largo quehacer cervecero. En 1957 celebraban su tercer centenario y sus tradiciones tanto cervecera como familiar siguen hoy día.
Precisamente en este año 2024 se cumplen 165 años de que Der Hirschbräu Privatbrauerei Höß siga, generación tras generación, en manos de esta familia.
Una cervecera cuya “dunkel” –medalla de oro en la Copa Mundial de la Cerveza de 2012– lleva también años presente en nuestro catálogo.
Anderson Valley Brew.
Y tras la cervecera del ciervo… la del “ciervezoso”. No hay traducción para el juego de palabras con el que la cervecera de Boonville, California, creó a su mascota «Barkley», su mítico oso-ciervo: ‘beer’ = ‘deer’+‘bear’.
Anderson Valley Brewing ha sido una de las referentes del área norteamericana de nuestro catálogo y así la revisábamos en nuestro artículo dedicado a la ruta cervecera estadounidense. Cuando se fundó, en 1987, era una de las 20 cervecerías pioneras en el joven sector de la cerveza artesanal de Estados Unidos.
Pronto comenzarían a llegar los premios a sus cervezas y con ellos el aumento de demanda que les llevó a crecer. Pero su crecimiento no solo fue industrial y comercial. También lo fue desde un posicionamiento sostenible, qué menos para una empresa situada cerca del Parque Nacional de Mendocino, en la alta California.
Su actividad tiene también una vertiente cultural en los ámbitos social y cervecero, recuperando tanto el dialecto local –Boontling– como una especialidad cervecera europea casi olvidada: la Gose.
Si algo caracteriza a Anderson Valley es que tienen muy claro eso del «Bahl Hornin’», que en Bootling significa «buen beber».
Tongerlo
Cientocincuenta años antes de que Brouwerij Haacht, en 1990, se hiciera cargo, de la marca, la Abadía de Tongerlo reanudaba una producción cervecera interrumpida por la Revolución Francesa y la ocupación militar de 1796.
La abadía se fundó en 1128, y aunque no hay fecha precisa del inicio de su actividad cervecera, sí se conoce que la misma se realizaba dentro del monasterio.
La pequeña fábrica, anexa desde 1840 a la abadía, suspendió otra vez su producción cuando, durante la Primera Guerra Mundial, las fuerzas de ocupación confiscaron sus calderas de cobre.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, comenzó a producirse por Brouwerij Van Milders, fuera de la abadía aunque conservando el nombre de la misma.
Desde los años 70 a los 90, adquisiciones sucesivas llevaron a Tongerlo hasta su propietario actual.
Su paso por Interbrew fue breve: el grupo cervecero ya tenía otra importante cerveza de abadía, Leffe, y decidió apostar por ella.
Haacht fue quien se hizo cargo de Tongerlo manteniendo y ampliando su gama cervecera, y cosechando diferentes premios en certámenes nacionales e internacionales.
Desde 1999 las cervezas Tongerlo son identificadas en su etiquetado con el sello que las reconoce como «Cerveza de Abadía Belga Reconocida».
Alpirsbacher Klosterbräu
Premiada con World Beer Awards, European Beer Stars y Premiso Meininger’s a las cervezas artesanales, la amplia gama de cervezas Alpirsbacher abarca una veintena de especialidades. Desde las lagers clásicas a especialidades artesanas pasando por cervezas de trigo, sin alcohol, tonificantes radler para deportistas y, por supuesto, las Klosterbier o cervezas de monasterio.
Los Glauner son una más de las familias alemanas que llevan generaciones sosteniendo una cervecería independiente. De hecho son miembros de la asociación de cerveceros independientes Die Freien Brauer, a la que pertenecen marcas como Ayinger, Schneider Weisse o Erdinger.
Las raíces de Alpirsbacher Klosterbräu están en la Selva Negra, un paraíso natural del suroeste alemán, conocido también por sus famosas tartas y su industria de relojes de cuco.
Johann Gottfried Glauner, reavivó la actividad de la antigua cervecería del monasterio en 1877 y en 1906 cambió el nombre con el que operaba, Löwenbrau, a su actual nombre.
Para Alpirsbacher Klosterbräu elaborar cerveza es algo tan natural como el entorno que les rodea y les nutre de materias primas, entre ellas, el suave agua de manantiales vírgenes que brotan en la reserva natural de Glaswaldwiesen.
Cerveza Caleya
Siendo la cántabra DouGall’s una de nuestras cervezas de referencia, Cerveza Caleya, la del urogallo, tenía que ser también parte de nuestro catálogo de especialidades artesanas.
Ambas se han hermanado en una cerveza colaborativa a la que llamaron “Ida y Vuelta”. Un juego de interpretaciones cerveceras entre Caleya y DouGall’s, donde cada fábrica elabora, a su estilo, una cerveza pale ale usando ambas los mismos ingredientes.
Caleya, como DouGall’s, tenía experiencia en elaborar cerveza IPA artesana.
Se fundó como una salida a la crisis profesional en el sector audiovisual donde trabajaban los socios. Una estrategia para la que siguieron la estela del cofundador de DouGall’s, a quien conocían de estudiar cine.
En 2012 pudieron por fin cumplir su sueño de “hacer cerveza rica y no hacerse ricos con la cerveza”, apostando por emprender en Asturias y atrayendo la atención del sector y del que sería su socio, un venezolano con treinta años de experiencia en el mundo cervecero de Venezuela y Puerto Rico.
Licher Brauerei
Licher recuerda con su Kellerbier 1854 el año de su fundación, cuando el hijo de un posadero de Lich en Hesse, Alemania, fundó una cervecería de vapor para surtir de cerveza al restaurante de su padre. Cuatro años más tarde se fundaba otra cervecera familiar en Hesse, Gambrinus. Y ambas familias quedaron unidas por matrimonio primero y empresarialmente después terminada la Primera Guerra Mundial.
Como a muchas cerveceras alemanas, las guerras y posteriores crisis pusieron las cosas difíciles a la cervecera de Lich. Afortunadamente las instalaciones no sufrieron y la empresa siguió adelante como una de las doce cervecerías proveedoras del ejército de ocupación estadounidense, en la zona de Hesse. Situación similar a la vivida por Schneider & Sohn.
Los amantes de los posavasos y la gráfica cervecera seguramente recordarán el anagrama de la «Chica Hesse» compuesto como en una suerte de tangram por las iniciales de los fundadores “JyM”, presente en las etiquetas de Licher desde los años 20 hasta finales de 2012 y que hoy perdura como un sello de calidad.
Desde ese año la imagen de sus cervezas presenta el martín pescador como “embajador de la marca”, simbolizando valores de pureza, frescura y naturalidad. Mas la cerveza de bodega original, “1854”, ha recuperado desde 2023 la figura de la “Licher Bier Hessenmädchen”, aunque figurativa, muy lejos de su original estilo racionalista alemán.
Velkopopo-
vický Kozel
Quienes visitan la cervecera Velkopopovický Kozel se encuentran con todo un personaje: la cabra Olda. Olda y sus catorce antecesores también llamados Olda en honor del cervecero que la cuidó en los años setenta del siglo pasado siguen una tradición que arranca en los años treinta, cuando el primero de sus ‘kozel’ comenzó a pastar en el parque de la factoría.
Cuando los cerveceros de Velké Popovic, cerca de Praga, decidieron pasarse a la elaboración de cerveza fuerte y oscura para ser más competitivos, eligieron para su marca la traducción al checo del vocablo alemán que se aplicaba a estas cervezas: Kozel, al igual que bock, denomina al macho cabrío.
Corrían las postrimerías de la Primera Guerra Mundial y un pintor francés, agradecido por la hospitalidad del pueblo les regaló la imagen simbólica que acompañaría siempre a la marca.
Pionera en la paridad laboral y en la distribución con cisternas, Kozel –como Krusovice– quedó al otro lado del telón de acero hasta, tras treinta años de políticas socialistas, consiguió convertirse, en 1992, en sociedad anónima. Fruto de esa época es su enorme popularidad entre los aficionados cerveceros rusos.
Y más desde julio de 2012, cuando su campaña de lanzar una lata en paracaídas desde el espacio se hizo viral entre la audiencia rusa unos meses antes del famoso salto Red Bull Stratos.
Hoy, las normativas antimonopolio mundiales han llevado la gama de cervezas Kozel bajo el paraguas de Asahi Breweries.
Brouwerij
De Koninck
La cervecera de Amberes por excelencia es, desde 2010, una marca autónoma dentro del grupo cervecero Duvel-Moortgat. Fecha que coincide con el lanzamiento de una de sus cervezas emblemáticas: la rubia fuerte, dulce y especiada Tripel D’Anvers.
Y hablando de emblemas… el de la cervecera De Koninck exhibía una mano levantada en señal de dar el alto. Recordaba así sus orígenes, un par de siglos antes, como posada a las afueras de Amberes, en la carretera hacia Malinas o Mechelen, famosa por haber albergado los años juveniles del Keizer Karel, nuestro Carlos I.
En esos lindes de la ciudad había una mano grabada en piedra que servía para señalizar el peaje al que estaban sujetos los mercaderes que entraban en la ciudad.
De aquella posada nació en 1833 la cervecera “De Hand” (“La Mano”).
Siendo ya la marca y sus cervezas bastante conocidas, en la segunda mitad del siglo XIX, la cervecera cambia su nombre por el de su nuevo propietario, Carolus De Koninck, descendiente de los fundadores de «De Hand». De Koninck mantiene desde entonces unas ventas consistentes y se convierte en el referente cervecero se su ciudad.
Otra de sus más clásicas cervezas, esta de 1952, es la Bolleke. Su nombre refiere al tipo de copa, semiesférica, en que se sirve. Se la llama y se pide también por ese apelativo de “bolita”.
A sus cervezas, De Koninck suma el gran atractivo turístico de su cervecería, casi museo, que se puede visitar y también contratar para realizar eventos.
Brass. Abbaye des Rocs
Desde que Jean Pierre Eloir y Marie-Jeanne Bertiau fundaron la Brasserie de L’Abbaye des Rocs, en 1979, hasta hoy han cambiado muchas cosas; entre ellas el relevo generacional, en 1991, con su hija Nathalie Eloir a cargo de la firma, y su identidad gráfica: de la tradicional gótica de fractura a un tipo de letra “stencil” más actual.
Esa evolución en la imagen puede verse en la composición de arriba con una de sus primeras cervezas puesta a la venta –“L’Abbaye des Rocs brune”– y su logo actual.
Los nuevos etiquetados, visualmente más agresivos, parecen representar el revulsivo que supuso para el sector cervecero la puesta en marcha de esta empresa. La primera en obtener la categoría de micro-cervecera en Bélgica y una de las pioneras de este movimiento en el mundo.
Desde los 100 litros mensuales de producción en sus inicios, Abbaye Des Rocs ha multiplicado su producción. Ha aumentado su gama con, incluso, cervezas realizadas por encargo. Y ha obtenido puntuaciones en Ratebeer o Beeradvocate de entre 4 y 5, y de 5 sobre 5 para sus cervezas.
Su cerveza rubia, obtuvo el primer puesto en la selección de 2007 del New York Times realizada sobre 23 cervezas belgas .
Anheuser-Busch InBev
Basta decir de AB InBev que es el fabricante de cerveza más grande del planeta. Ella sola sirve una cuarta parte de toda la cerveza que se bebe en el mundo.
Y por si no se la conocía bastante, este año 2024 se presentará en todo el mundo como patrocinador oficial de los Juegos Olímpicos.
La historia de AB InBev es la suma de una serie de fusiones y adquisiciones de compañías cerveceras de todas partes del globo.
La más antigua de ellas es la estadounidense Anheuser-Busch. Un fabricante de jabón de origen alemán, Eberhard Anheuser, la crea en 1860 en San Luis tras adquirir, curiosa coincidencia, una cervecería llamada “Bavarian” fundada por un tal George Schneider en 1852. A Anheuser se le uniría un año más tarde su yerno Adolphus Busch y en 1876 lanzaban la conocida Budweiser.
Por aquellos años se fundaban la Companhia Antarctica Paulista (1885) y la Companhia Cervejaria Brahma (1888). De la fusión de ambas cerveceras brasileñas nace, en 1999, Ambev.
En Europa, en cambio, la tradición cervecera belga llevaba siglos asentada. Las marcas cerveceras Artois (fundada en 1366) y Brasserie Piedboeuf (1812), creadora de Jupiler, también se fusionan, en 1987, para crear Interbrew.
Un año más tarde Interbrew y AmBev se unen para crear InBev, que siguió adquiriendo cerveceras en China y Sudamérica.
Veinte años después volverían a ocupar su puesto de líder mundial con la compra de Anheuser-Busch en 2008, convirtiéndose en Anheuser-Busch InBev (AB InBev).
Friesisches Brau. Jever
El pasado año 2023 Jever celebraba su 175 cumpleaños conmemorando el año 1848, cuando el posadero Diedrich König se lanza a vender cerveza embotellada mientras los demás servían en jarra.
Por aquella época, en Frisia, abundaban las cervecerías en la región pero con el correr del tiempo, Jever empieza a distinguirse por su excelente cerveza.
En 1867 llega un nuevo propietario con propuestas innovadoras que convertirán el pequeño negocio familiar en una gran compañía cervecera.
Theodor Fetköter aplica sus adelantadas ideas desde el envase, la famosa botella verde, a los procesos industriales siendo un impulsor de la primera canalización de suministro de agua en la ciudad de Jever.
Aunque la cervecera sufrirá los desastres de la Primera Guerra Mundial continuará creciendo hasta ser muy apreciada fuera de su región de origen y reconocida por ese toque lupulado que el maestro cervecero Ernst Böhme añadió a la receta en 1934, creando el característico sabor agrio frisón de la Jever Pilsener.
La Segunda Guerra Mundial reduce mucho pero no acaba con la producción y poco a poco la situación mejora con la elaboración de las variedades Export, Märzen, Maibock y la tendencia setentera del gusto por las pilsen que pilla a Jever sobradamente preparada,
Pronto, Jever estaría en el punto de mira de los grandes grupos cerveceros. En los noventa sería adquirida por el Dortmunder Brau und Brunnen Group y en la primera década de los dosmil se integraría en el Radeberger Gruppe, compañía subsidiaria del gigante alimentario Dr. Oetker.
Cölner Hofbräu Früh
Superando el siglo de tradición cervecera, Früh, la cervecera de Colonia, es el referente del tipo de cerveza Kölsch.
La Kolsch es una cerveza de estilo único a caballo entre ale y lager. Fermentada con levadura ale y terminada como lager, a bajas temperaturas, suele ser ligera y presentar un ligero toque afrutado o «vinoso». Su final, en cambio, tiende a ser más crujiente y limpio que el de las lager pálidas.
Sus inicios pueden rastrearse hasta 1438 cuando se funda el gremio de cerveceros de Colonia y se populariza la cerveza local, precursora de la actual kölsch. Estos cerveceros solo producían cerveza de alta fermentación. Pero la cerveza lager llegó a Colonia a principios del siglo XVII y su popularidad comenzó a preocupar a cerveceros y autoridades colonesas.
Tras muchos intentos de legislar la producción cervecera, incluso con prohibiciones intra-muros, los cerveceros de Colonia contraatacaron, hacia 1750, con un proceso de elaboración híbrido: elaboraban su cerveza con levadura de fermentación alta y la envejecían en bodegas frías.
Aunque les costó arrancar, las cerveceras de Colonia llegaron a las cuarenta antes de la Segunda Guerra Mundial. Acabada la guerra solo quedaron dos sin destruir, Früh fue una de ellas.
Nacida en 1904, junto a la catedral de Colonia, la cervecería de Peter Josef Früh acabó reuniendo dos dinastías cerveceras que han construido la tercera cervecera más grande de Colonia.
Grupo Modelo México
En 1542 llega a Nueva España Alfonso de Herrera, un maestro cervecero que contaba con autorización del rey-emperador Carlos I de España para producir y comercializar cerveza.
Compitiendo con el pulque en las clases populares y contra el vino en las pudientes, la aventura duró apenas tres lustros. En 1558 fallecía el emprendedor cervecero, el mismo año en que lo hacía su rey, y la estrella de la cerveza novohispana se apagó.
Cuatrocientos años más tarde, el regreso de la cerveza mexicana se consolidaba con la construcción en Guadalajara de la tercera planta cervecera del Grupo Modelo, funcionando ya con maestros cerveceros mexicanos reclutados entre las ingenierías de las Universidades más prestigiosas de México y formados en la propia cervecería.
La historia de la cervecera Modelo comienza con otro desembarco de emprendedores españoles, esta vez en 1925. Los hermanos Oyamburu Arce y otros veintitrés inmigrantes españoles iniciaron la producción de Cervecería Modelo que en apenas tres años ya vendía 8 millones de botellas de sus cervezas Modelo y Corona.
Hoy, Grupo Modelo ocupa el séptimo lugar en las áreas en que se organiza AB InBev, el mayor grupo cervecero del mundo. Opera con 11 plantas cerveceras en México, produce 17 marcas de cerveza mexicanas y exporta ocho marcas con presencia internacional en más de 180 países.
Neumarkter Lammsbräu
Muchas cervezas alemanas son conocidas por ajustarse a la Reinheitsgebot: la Ley de la Pureza de 1516, pero a Lammsbräu se la conoce por su propia “Ley de pureza ecológica”, y por ser la cervecera ecológica más grande de Alemania.
Lammsbräu fue, en 1992, la primera cervecería de Europa en obtener la certificación ecológica de la Comunidad Europea, y desde 1986 produce sus cervezas con materias primas que proceden de la agricultura biológica. Sobre esa certificación y su distintivo, la “hoja verde”, ya comentamos en nuestra sección dedicada a las cervezas BIO.
Lammsbräu lleva a rajatabla la sostenibilidad en sus procesos y ostenta varias certificaciones. Incluso creó en 2002 unos Premios a la Sostenibilidad y otorga un sello de calidad «agua mineral biológica» a las empresas que cumplen con criterios orgánicos para la distribución de agua mineral, otro producto de su catálogo de bebidas.
Aunque su cerveza sin gluten es quizá la más conocida fuera de sus fronteras, Lammsbräu produce otras variedades de cerveza con y sin alcohol, entre ellas, por descontado, una cerveza de trigo.
En su emblema se ve un cordero recostado sobre un barril y al pie la fecha en que se fundó, 1628, aunque no fue hasta 1800 cuando se inició la saga familiar con la que Lammsbräu se ha convertido en un referente medioambiental: los Ehrnsperger.
Brouwerij Sterkens
Otra saga cervecera es la de Brouwerij Sterkens fundada en Meer, provincia de Amberes, al norte de Bélgica.
Una saga familiar iniciada por Gerardus Sterkens que durante 14 generaciones, tras su creación en 1651, ha seguido la tradición de elaborar cervezas de alta fermentación, al estilo abadía, basadas en viejas recetas.
Su sello particular son las botellas cerámicas que hacen a sus marcas de cerveza St. Sebastiaan o St. Paul tan reconocibles.
Como todas las cerveceras locales Sterkens comenzó su negocio abasteciendo a los establecimientos de la comarca. Hoy, casi la totalidad de su producción se centra en la exportación al extranjero, actividad que iniciaba en 1986.
Aunque su estilo cervecero es tradicional, Brouwerij Sterkens no es ajena a la actividad cervecera contemporánea: su filial Saint-Sebastian Belgian Brewery comenzó, desde mediados de los años 90, a promover y vender el concepto de minicervecería, –una salida comercial a las pequeñas cervecerías mediante la restauración turística– tanto en Bélgica como en otros países del mundo.
St. Bernardus –Watou–
Ya comentamos antes en esta sección la relación entre las cervezas St. Bernardus y las Westvleteren Sint Sixtus.
En la historia de esta cervecera corren parejas la tradición trapense y la laica. La receta de sus cervezas procede de la maestría del polaco Mathieu Szafranski y las cepas de levadura de la Abadía de Sint Sixtus quienes las pusieron a disposición de Evariste Deconinck para que comercializara sus cervezas de abadía tras la Segunda Guerra Mundial. Antes de la guerra Deconinck ya se había hecho cargo de la quesería de la abadía cuando los monjes retornaron de Bélgica a Francia en 1934.
Las normas de la Asociación Internacional Trapense, establecidas en 1992 para proteger la denominación de origen de sus productos, disolvieron la relación, pero St. Bernardus pudo conservar la receta y la producción cervecera continuó creciendo bajo la nueva marca.
Aunque se dice que las cervezas St. Bernardus son un clon de las Westvleteren, una cata minuciosa como la de Beeriojano puede ofrecer matices de diferenciación entre ambas, y ambas excelentes, cervezas. Y St. Bernardus es una gran alternativa ante la complejidad de acceder a las exclusivas Westvleteren fuera de su lugar de origen.
Kloster Andechs
El monasterio benedictino de Andechs se encuentra en la “montaña sagrada” de Baviera que desde el siglo XII es centro de peregrinación por las reliquias de Tierra Santa que guardaba la casa solariega de los Condes de Andechs.
Hoy en ese monasterio, fundado en 1455, se encuentra una de las últimas y auténticas cervecerías monásticas de Alemania.
Dirigida por los propios monjes, seguidores de la “Regla” como los trapenses, Andechs es la única cervecería monástica en Alemania que produce cerveza de estilo bock todo el año para su distribución a nivel nacional.
Klosterbrauerei Andechs elabora su cerveza siguiendo un particular proceso donde sólo se transfiere una parte del mosto a la cuba de macerado. Tras la ebullición, se devuelve a la cuba de maceración. El calor retenido pasa entonces al resto del mosto. La repetición de este proceso se conoce como “maceración múltiple” y es lo que aporta ese aroma a malta especialmente intenso a las cervezas oscuras Andechs.
Augustiner Bräu
Augustiner Bräu, nombre que comparten cervecera y cerveza, es la cervecería más antigua de Múnich. Su actividad cervecera comienza en 1328, aunque la comunidad de monjes de la Orden de San Agustín ya estaba establecida en la ciudad desde 1294.
La cerveza de estos monjes agustinos abastecía a los duques de Wittelsbach –gobernantes de Baviera– con su apreciada y fuerte cerveza. Pero en 1589 los duques de Baviera fundan su propia cervecera, Hofbräuhaus, y la establecen como su proveedora oficial de Weissbier.
La reestructuración territorial germana y su pareja secularización llevaron a que en 1803 la cervecería pasara a manos estatales y luego, en 1829 a las de la familia Wagner.
Augustiner es una de las cervezas residentes del Oktoberfest desde, que se tenga constancia documental, 1867. Y su marca, con el báculo obispal y las iniciales de Josef Wagner, hijo del re-fundador, aparece veinte años después en barriles y vehículos.
Hoy la familia Wagner sigue presente en el accionariado a través de la Fundación Edith-Haberland-Wagner. Esta entidad sin ánimo de lucro dedica los beneficios que le corresponden en el fomento de actividades sociales y culturales, principalmente en Múnich y sus alrededores.
Brasserie Lefebvre
Muy cerca de cumplir el siglo y medio de existencia Jules Joseph Lefebvre aprovechó, en 1876, la demanda de cerveza –única bebida refrescante y saludable en aquel momento– por parte de los sedientos trabajadores de las canteras de los alrededores en Rebecq, Bélgica. Monta un conjunto de granja-cervecería-maltería y sus ventas pronto se extienden desde los bares locales a los municipios vecinos.
Como muchas otras cerveceras europeas las dos guerras mundiales afectaron también a Brasserie Lefebvre. En su localidad se defienden de las crisis con concentraciones cooperativas, la adquisición de cerveceras en bancarrota y el foco en el comercio minorista.
Hay que esperar a los años 60 para que Brasserie Lefebvre se lance a innovar en su producción con cervezas tipo ale roja, de estilo escocés y refermentadas en botella.
En los años ochenta entran en el mercado de las cervezas estilo abadía con Floreffe y en los noventa llega la novedosa y premiada Barbar, su lager aderezada con miel al estilo de la hidromiel y presente en nuestro catálogo.
El espíritu entusiasta e innovador de la familia Lefebvre continua tras seis generaciones. Su negocio, en expansión, se centra hoy en el mercado de exportación, cuya producción representa un 80% del total.
Royal Brewery of Krušovice
“La única cervecera Real de la República Checa”. El título, que parece un oxímoron, refleja una realidad histórica: en 1583, dos años después de su fundación, es adquirida por Rodolfo II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Volvería a titularidad privada un siglo después, pero no es hasta otros trescientos años más tarde cuando se adopta el aristocrático nombre, Královský pivovar Krušovice, y la corona del reino de Bohemia que remata su logo.
Una decisión estratégica de marca que toma uno de sus compradores: la empresa alemana de alimentación Dr. Oetker en cuya filial cervecera, Radeberger Gruppe, acabará integrándose en 1994. Casi medio siglo antes, en 1948 la cervecera había pasado de manos privadas al estado tras convertirse Checoslovaquia en un Estado socialista alineado con la Unión Soviética. Y otros 60 años después pasaría de manos alemanas a neerlandesas, al ser adquirida en 2008 por el grupo Heineken.
Al margen del vaivén de las diversas titularidades estatales y privadas acontecidas en su historia, la trayectoria de Krušovice es la de unos esmerados maestros cerveceros que comienzan a ver coronados sus méritos en 1891 con la concesión de la medalla de oro en la «Exposición regional del Jubileo de Praga», el primero de los muchos premios conseguidos por sus cervezas.
Coopers Brewery
Cuando miras la etiqueta de una ale o stout de Coopers puede que te sorprenda ver que no tiene fecha de caducidad (best before), sino de inicio de consumo (best after).
En Coopers cuidan mucho la calidad de sus cervezas y por ello indican la fecha en que se completará el proceso de refermentación en botella. Momento en que podrá ser degustada con la madurez adecuada. Además aconsejan “echar a rodar” (roll) la botella antes de abrirla para que pueda liberar su turbidez característica.
Estos consejos tienen mucho que ver con su origen artesanal a manos de un emprendedor y comerciante inglés. En 1862, diez años después de arribar al sur de Australia, Thomas Cooper, elaboró su primera cerveza como tónico reconstituyente para su esposa.
El brebaje pronto ganó popularidad entre sus vecinos y así comienza la historia de la que llegó, en 2011, a convertirse en la única gran cervecera netamente australiana. Su procedencia se recuerda en las cervezas destinadas a la exportación con el símbolo del canguro impreso en el collar.
Durante 105 años, siguiendo la estela de su primera cerveza llamada “A”, Coopers solo elaboró cervezas de alta fermentación. Sería en 1968 cuando lanzaría su primera lager: “Gold Crown”, tradición que continúa hoy con su “Australian Lager”.
Brouwerij Haacht
Al igual que Hoegaarden (ver reseña más abajo), los comienzos de la cervecera Haacht están relacionados con la producción lechera y también en el Brabante Flamenco belga.
Brouwerij en Melkerij van Haecht produce su primera cerveza ale en 1898 e inicia una tradición cervecera familiar que continúa hasta hoy.
En 1902 se lanza a producir cervezas lager y apenas en 10 años se sitúa entre las primeras productoras de Bélgica. Este éxito llevo a detener en 1929 la producción de leche para dedicarse por completo a la elaboración de cervezas Bock, Export, Pils y Stout-Ale.
A partir de los años 40 del pasado siglo, tras alcanzar un récord de producción, Haacht comienza a adquirir otras cerveceras belgas, francesas y del sur de los Países Bajos.
Esto aumenta su canal de distribución y la lleva a convertirse, hacia 1953, en la segunda cervecera de Bélgica.
También son décadas de crecimiento en innovaciones: Eugène de Ro, el fundador, pone en marcha su primera planta de embotellamiento al inicio de los años 50.
En 1979 Haacht lanza su botella de Primus “abre-fácil”, que gana una medalla de oro a la innovación en la 51ª Feria Culinaria. Y en los 90 es la primera marca belga en llevar al mercado un pack de 12 botellas.
Aunque se conoce principalmente a Haacht por la cerveza que lleva su nombre, Primus Haacht, esta cervecera también es célebre por otras marcas como o la dedicada al emperador Charles Quint, también en nuestro catálogo, o las premiadas cervezas de abadía Tongerlo.
Pivovary Staropramen
El divertido anuncio de Staropramen protagonizado por el actor Orlando Bloom puede ser un símbolo del tesón de esta marca por convertirse en el referente cervecero de Praga y la segunda cervecera de la República Checa.
Staropramen nace y crece con el resurgir de la ciudad de Praga, su hogar, fruto de la unión de pequeñas cerveceras de distrito establecidas en el último tercio del siglo XIX.
Para proteger su identidad, en 1911, Staropramen registra su marca que significa “fuente (de agua) antigua”.
Tras una carrera ascendente acabada la Primera Guerra Mundial que la llevaría a ser la primera cervecera checa, con la llegada del socialismo tras la Segunda Guerra Mundial Staropramen pasa a ser nacionalizada hasta la caída del régimen y su símbolo, el Muro de Berlín, en 1989.
Comienza entonces un periodo de adquisiciones donde Staropramen y otras cerveceras de Praga pasan a formar parte del catálogo de diferentes grupos: Bass, Interbrew, AnBev y, finalmente, Molson Coors.
Su gama cervecera, cuya protagonista es su pilsen tradicional de Staropramen Premium Lager, incluye también su pilsen semioscura “Granat”, una lager oscura estilo bávaro “Dark”, una versión de trigo sin filtrar, las imprescindibles 0.0 y Sin Alcohol, y “Praha” una cerveza contra-corriente que rememora el estilo cervecero decimonónico original de esta ciudad bohemia.
Brasserie
28
La cerveza 28 by Caulier nace de la unión de tradición y emprendimiento. Cuando el empresario Eric Coppieters compra la tradicional marca de cerveza Caulier en 2007, se apoya en las recetas originales de 1842 para producir una cerveza muy concreta: sin edulcorantes, colorantes ni conservantes.
El hecho de que Caulier ya tuviera en su historia una cerveza llamada Perle 28 (denominada así porque solía elaborarse con 28 kilogramos de grano por hectolitro aún a costa de sufrir más impuestos –a la inversa de las cervezas japonesas tipo Happōshu y dai-san no bīru–) le da a Coppieters la idea para crear un concepto cervecero muy dirigido a consumidores contemporáneos, preocupados por la salud y la calidad, creando así alrededor del número 28 la marca «28 by Caulier».
En sus propias palabras, recogidas en su web, se trataba de fabricar: “cervezas artesanales locales, bajas en carbohidratos y venderlas en 28 semanas desde su embotellado, a través de 28 gastro pubs, entregadas en cajas en un radio de 28 minutos».
Y dentro de esa estrategia se comprende también la relación simbiótica con Birra Toccalmatto que le facilitará abrir el mercado de Italia a sus cervezas e introducir en el Benelux las novedosas birras de la cervecera italiana.
Por su parte, Brasserie Caulier, una vez rescatada por Coppieters, y con Roger y Linda Caulier aún al frente, continúa su larga tradición cervecera con procesos naturales orgánicos e ingredientes naturales.
Brouwerij Lindemans
Las tradicionales cervezas afrutadas de Bélgica parten generalmente de una base lambic pues su carácter seco y vinoso se ajusta bien a la acidez de frutos como la cereza o la frambuesa. Lindemans es un buen ejemplo de ello. Su primera cerveza fue del tipo tradicional Gueuze, hoy renovado en sus versiones de gengibre y flor de sáuco.
Su historia, como la de otras cerveceras comienza en una granja familiar que pasará a abandonar su actividad agrícola en favor de la creciente demanda de sus elaboraciones cerveceras.
En 1956, tras más de un siglo de compaginar ambas actividades, Lindemans se convierte en cervecera de pleno derecho y unos años más tarde, en 1961, lanzan su cerveza de cereza.
Pacientemente, sin apresurarse por el boom comercial que supusieron en los años 70 sus exportaciones a Francia y Estados Unidos, Lindemans va aumentando su gama de cervezas con las variedades Faro (1978), Framboise (1980), Pêcheresse (1987) y la de manzana en 2005.
Un surtido plagado de premios cerveceros al que acaban de incorporar sus cervezas afrutadas Tarot: la Noir, elaborada con frutos del bosque, y la Tarot D’Or con una mezcla de frutas exóticas (mango, lichi, piña…).
En Lindemans tradición y modernidad se dan la mano mediante la gastrocultura con sus propuestas de platos, tapas y cócteles que ponen sus cervezas en manos de los chefs y mixólogos más actuales.
Brasserie D’Ebly
El 24 de octubre de 2010, la recién lanzada cerveza “La Corne du Bois des Pendus” fue votada por 16.000 visitantes el Mondial de la Bière celebrado en Estrasburgo. Entre más de 400 cervezas diferentes procedentes de una veintena de países, recibió la Medalla de Plata del Gran Público.
Tres años más tarde se anunciaba que trasladaría su producción a Ebly, pues el objetivo de Gaëtan Patin, fundador de Brasserie D’Ebly, era elaborarla en su propia cervecería.
En aquel momento la única cerveza del mundo que se sirve en cuerno de cristal se fabricaba en Brasserie des Légendes, donde Gaetan había estudiado y trabajado para preparar su proyecto. Las consecuencias económicas tras la pandemia dieron al traste con su sueño y Brasserie D’Ébly cerró en 2022 quedando, desde 2019, la producción de La Corne en manos de Brasserie des Légendes quien ha proseguido con la marca aunque suavizando el aspecto macabro del etiquetado original.
Nombre e imagen de la cerveza rendían un doble homenaje, según se contaba en su web ya desaparecida: a la cerveza belga del siglo XVII y al lugar donde sucedieron, en 1636, los terribles acontecimientos derivados de un error militar en la Guerra de los 30 Años. Tropas polacas, croatas y húngaras enviadas por el Sacro Imperio Romano Germánico, creyéndose en Francia, masacraron la población. Ahorcaron a los aldeanos en el bosque de Anlier, y entre ellos a un cervecero mítico llamado Cornelius quien, antes de ser prendido, enterraría su receta cervecera, dentro de un cuerno, en ese mismo bosque.
Brasserie Dubuisson
Brasserie Dubuisson es la cervecería más antigua de Valonia. En 1769, en Pipaix, un maestro cervecero hace construir una granja a la que añade una cervecería donde elaborar la cerveza necesaria para abastecer a sus trabajadores y a los aldeanos del entorno.
En 1932 sus descendientes la convierten en cervecería de pleno derecho y se estrenan al año siguiente con una cerveza que, siguiendo el gusto de entonces por las cervezas inglesas, no olvida la tradición cervecera belga: Bush, a la que también conocemos como Scaldis.
Desde entonces, la gama de cervezas Bush ha seguido creciendo en variedad y calidad. Aunque no es la única creación de Dubuisson: Cuvée des Trolls o Surfine también son cervezas muy celebradas.
Como muchas de las cerveceras belgas que hemos reseñado aquí (Lindemans, Roman, Duvel-Moortgat, De Halve Maan o Het Anker), Brasserie Dubuisson es miembro de la asociación cervecera Belgian Family Brewers.
Brouwerij De Block
Tras el ascenso de Duvel al trono de las cervezas belgian strong ale, aparecieron algunas aspirantes a disputarle, si no el puesto, al menos una porción de mercado.
La cervecera De Block, una década después de la fundación de Moortgat, recupera en 1887 un saber hacer y un derecho cervecero que devendrá en tradición familiar hasta hoy.
En 1921, mientras la leyenda de Duvel se cimentaba, De Block comenzó a producir Speciale 6 mezclando de cervezas jóvenes y de guarda con un toque de lambic.
Desde la década de los 30 elabora una ale con refermentación en botella, Kastaar, y en los 60 añade variedades lager a su gama de cervezas.
Muchas de estas cervezas se dejan de lado cuando Paul Saerens releva a su suegro, Alfons De Block, en 1986 y orienta el rumbo hacia las strong ale, como la triple para la abadía carmelita de la cercana Dendermonde, o la cuádruple Satan Red.
El éxito de las cervezas belgas en Estados Unidos también sonrió a Satan, aunque en 2008 estuvo a punto de convertirse en una broma macabra: su nombre y etiqueta hicieron levantarse en pie de guerra a los fanáticos religiosos de los estados del sur profundo.
Bosteels Belgian Brew.
Basta mencionar las cervezas Kwak o Tripel Karmeliet para situarnos en la calidad y tradición de esta cervecera de Flandes Este.
La cervecera data de 1791 y la familia Bosteels lleva 7 generaciones dirigiendo la empresa. Incluso tras la compra en 2016 por el macrogrupo AB InBev; una operación a la que tanto Duvel-Mortgaat como Heineken parecían haberle echado el ojo.
No era la primera ocasión en que entró capital externo en la cervecera. Dos años antes, un fondo de inversión había adquirido a la familia el 50% de sus acciones con la intención, fallida, de reunir en un grupo de tamaño medio varias pequeñas cerveceras belgas.
AB InBev sumaba así a su catálogo de cervezas cuatro marcas de renombre: las dos mencionadas arriba, la chispeante y exquisita DeuS y la más joven, Montecristo.
Una cerveza oscura como la piel del personaje real que inspiró a Alejandro Dumas “padre” la escritura de “El Conde de MonteCristo”: su propio padre, el general Alejandro Dumas… “abuelo”.
Anchor Brewing
Conocida por ser la más antigua de San Francisco y la primera artesanal de Estados Unidos, esta cervecera sanfranciscana puede tomarse como un ejemplo de resiliencia.
Gottlieb Brekle, cervecero alemán, llegó a California durante la “Fiebre del Oro” y dos décadas después, en 1871, crea la Golden City Brewery.
En veinticinco años la cervecera cambia de manos y sus nuevos propietarios, también emigrantes alemanes, la refundan como Anchor Brewing en 1896.
Poco les dura el negocio: en 1906 fallece uno de ellos y al año siguiente el otro es atropellado, además el gran terremoto que asoló San Francisco la quemó hasta los cimientos.
Aunque sus sucesores consiguieron reubicarla y ponerla en marcha, la prohibición de 1920 paró su producción. Con el fin de la Ley Seca, en 1933, Anchor resultó ser la única cervecera que elaboraba la típica cerveza californiana: la Steam Beer.
Pero los gustos cambian y en 1959 Anchor tuvo que echar el cierre durante unos meses. Refundada de nuevo en 1960 y luchando por sobrevivir aguantó hasta 1965 mientras sus clientes iban cerrando o cancelando sus pedidos.
Al borde de la bancarrota, en 1965, llegó Fritz Maytag: un fan de la Anchor Steam Beer con visión de negocio y capacidad financiera que la hizo crecer en variedades cerveceras y experimentos.
Con Maytag Anchor obtuvo la reputación que mantiene hoy día, aun tras su marcha en 2010.
Su venta en 2017 al grupo empresarial japonés Sapporo –con quien comparte una tradición de siglo y medio– le hubiera permitido competir en un mercado cervecero cada vez más dinámico y diverso.
Sin embargo, no fue suficiente para salvar unas ventas en declive desde 2016 y que se circunscribían, en un 70%, al sector de hostelería.
El polémico cambio de imagen de 2021 y el envasado en lata de sus variedades cerveceras no supusieron el salto esperado a la compra en tiendas y el consumo en hogares.
Anchor Brewing, tras 127 años de supervivencia, anunciaba su cierre el 12 de julio de 2023.
Brouwerij Het Anker
Mechelen –o Malinas–, la ciudad flamenca donde se educó el rey Carlos I de España y emperador del Sacro Imperio Romano-germánico, fue también el hogar de esta cervecera fundada por una comunidad laica de beguinas en 1471.
Mechelen, como muchas ciudades belgas, tenía su propia variedad de cerveza local y los miembros de su gremio de cerveceros competían con sus cervezas por el favor del emperador. Las monedas de oro de éste, dieron el nombre ‘Gouden Carolus’ a esta cerveza ale belga fuerte y oscura que aún hoy se elabora en Het Anker, siendo merecedora de muchos galardones.
Cuatro siglos después, en 1872, la familia Van Breedam compra la cervecería para renovarla incorporando una moderna caldera de vapor.
También decide cambiar, en 1904, su denominación familiar por un nombre comercial “El Ancla”, recuperando una imagen de esplendor y tradición propia del apogeo de Malinas bajo el ducado de Borgoña.
La Primera y Segunda Guerras Mundiales trajeron diferente suerte a la cervecería. La Primera desmanteló la cervecería y dejó a su maltería sin clientes. Pero con la ocupación nazi, la obligación de producir exclusivamente una cerveza ligera favoreció a la cervecera.
La producción de su “Cerveza del Emperador” llegaría tras la liberación aliada que cambiaría su nombre comercial en la década de 1960 por el de “Gouden Carolus”, pasando la cervecería a enfocarse en la elaboración de cervezas especiales como sus Cuvée van de Keizer, elaboradas con motivo del cumpleaños de Carlos V, en las variedades strong pale ale y ale oscura.
Brouwerij Van Steenberge
En la torre de la catedral de Gante hay una estatua de un dragón dorado –Gulden Draak–. Originario de noruega, tras cruzadas, regalos y botines, de España a Constantinopla y de ahí a Brujas y a Gante acabó custodiando esta ciudad desde su campanario.
Símbolo de la prosperidad urbana y su independencia desde la Edad Media, forma ya parte inseparable de su identidad y carácter.
Gulden Draak es también el nombre de una de las dos cervezas más conocidas de la cervecera belga Van Steenberge, de Ertvelde.
La otra es la también strong ale belga Piraat creada en 1988 en la exitosa estela de Gulden Draak y revestida del emocionante mundo de la piratería del Caribe.
Pero la historia de la cervecería Van Steenberge comienza dos siglos atrás, en 1784, cuando se funda dentro de una explotación agrícola con el nombre de Brouwerij De Peer.
Su producción cervecera, inicialmente doméstica, poco a poco va desplazando la agrícola hasta dedicarse, en 1850, exclusivamente a la elaboración de cerveza. La cervecería continuó en manos de diferentes ramas de la familia hasta que en 1919 cambia su nombre a Brouwerij Bios renombrando así, “Vida”, la cerveza que elaboraban entonces.
Eran tiempos bajo la gestión de Paul Van Steenberge, profesor de microbiología de la escuela cervecera de Gante, también alcalde, quien finalizada la Primera Guerra Mundial se hizo cargo de la cervecería.
Superada también la Segunda Guerra Mundial, ya en los años 60, Jozef, hijo de Paul, accede a la gerencia y cambia el nombre por el apellido familiar: Van Steenberge.
Mantener el estilo productivo de alta fermentación resultó un acierto pues facilitó a la cervecera integrarse en la corriente de éxito que cosechaban las cervezas artesanales.
Es durante su gestión cuando Van Steenberge elabora sus cervezas más icónicas: Gulden Draak (1986), Piraat (1988) y Augustijn (1978), cerveza de abadía en colaboración con los monjes agustinos.
Asahi Breweries
Seguro que has visto alguna vez la imagen de su sorprendente edificio negro, el Asahi Beer Hall, creado por Philippe Starck, coronado por una espumosa llama dorada.
Su impacto arquitectónico fue similar al causado por la irrupción, unos años antes, de la cerveza Asahi Super Dry en el mercado cervecero japonés, cuya producción cervecera, que data del siglo XIX, no tiene una tradición tan larga como la europea pero sí es igual de interesante.
La marca de cerveza Asahi aparece en 1892, de la mano de la Osaka Beer Brewing Company que se convertirá en Asahi Breweries.
Desde finales de los años cincuenta hasta los ochenta su cerveza principal era la Asahi Gold, pero lo que realmente la pone en el mapa cervecero japonés es el lanzamiento de su invento: una cerveza Super Dry en 1987. Una lager muy atenuada que da inicio en Japón a la ‘guerra de las Dry’.
Kirin, Sapporo y Suntory lanzaron en pocos meses sus propios tipos de cerveza “Dry” mas –en cumplimiento de las Leyes del Marketing números 1, 2 y 6 de Ries y Trout– no han conseguido robarle a Asahi su protagonismo como líder en el mercado de las cervezas del Japón.
Köstritzer Schwarzbierb.
Aunque los orígenes de esta lager negra de Köstritzer datan de 1543, las cervezas alemanas tipo Schwarzbier elaboradas con maltas muy tostadas se conocen desde la Edad Media en los estados de Turingia y Sajonia.
Como sucedió con la cervecera Den Hoorn (ver Brouwerij Artois más abajo) fue la fundación de una Universidad, la de Jena, la que propicia, en 1558, un primer auge de esta cervecería.
Hacia el siglo XIX Köstritzer ya se exportaba a otras regiones de Alemania y entre sus adeptos se encontraban figuras célebres como Goethe y el ‘Canciller de Hierro’ Otto Von Bismark.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la cervecería pasa a ser propiedad del estado de Turingia y culmina su proceso de crecimiento en 1991 con la incorporación al grupo cervecero Bitburger quien, en pocos años, la sitúa como líder alemán en cervezas oscuras de baja fermentación.
Desde entonces Köstritzer se ha convertido en una marca reputada por su especialización no solo en lager negra, también en otros tipos de cerveza que incluyen kellerbier, pils, pale ale y cerveza de cerezas.
Brauerei Diebels
La Altbier, o ‘Alt’ es un estilo de cerveza ale oscura, que tiene su origen en Düsseldorf y la comarca del bajo Rin, Niederrhein. Su nombre, ‘cerveza vieja’, deriva del viejo estilo cervecero local con malta oscura. Por su origen se la conocía también como Düssel.
Fue la cervecera Diebels, fundada en la localidad de Issum en 1878, quien tras un siglo de producir las cervezas de consumo típico en Alemania decide enfocarse en el estilo Alt en la década de 1970, produciendo una cerveza de color cobrizo oscuro y sabor lupulado.
Hasta esos años, previos a la fusión con el municipio de Sevelen, el escudo de armas de Issum consistía en un ciervo saltando. Un símbolo de la fauna local, que Josef Diebels, fundador de esta saga cervecera, incorporó al emblema de la Brauerei Diebels.
Como cervecera especializada alcanza tal éxito que acapara ella sola el 50% de la producción cervecera alemana de Altbier para cuando llega su centenario, lanzando su propia pils y, años después, una versión sin alcohol de su cerveza vieja.
Esta especialización y su cuota de mercado la hicieron atractiva para el grupo Interbrew, formando desde 2001 hasta hoy parte del porfolio de tipos de cerveza de AB InBev.
Duvel Moortgat
En 2021, conmemorando el 150 aniversario de esta cervecera familiar, Duvel Moorgat reiteraba el carácter “diabólico” de su cerveza estrella lanzando una variedad especial con seis lúpulos y que hace un guiño en su nombre al “número de la bestia”: Duvel 6,66.
Pero la cerveza Duvel, antes de que un parroquiano entusiasta le pusiera la etiqueta de diabólica – «nen echten duvel» (un verdadero diablo)– y de convertirse en el arquetipo del estilo de cervezas Belgian Golden Strong Ale, fue también una cerveza conmemorativa.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, en el panorama cervecero continuaba dándose una batalla iniciada en la segunda mitad del siglo XIX: las cervezas lager tipo pils se desplegaban por Europa y los cerveceros de Moorgat contraatacaron con una cerveza de alta fermentación e inspiración escocesa. Una ale dorada y fuerte, a la que llamaron “Victory Ale”, para celebrar el final de la guerra que había asolado Europa.
Poco sospechaban que en apenas veinte años volverían a vivir un conflicto que afectaría en muchas maneras diferentes a la industria cervecera: desde la destrucción de las instalaciones alemanas como la de Schneider Weisse a la interrupción de las exportaciones irlandesas o la suspensión de la elaboración británica.
Pero ambos conflictos no parecieron afectar demasiado a la cervecera Moortgat. Un siglo después de su creación en 1871, Duvel inicia una expansión internacional que se ha reforzado por la incorporación de otras marcas cerveceras relevantes como Maredsous, Chouffe, Liefmans, Brouwerij ‘t IJ, u Ommegang en USA.
Brasserie Piedbœuf
Hoy lleva el nombre de su cerveza insignia, Jupiler, que la convirtió en cabecera de las cervezas belgas tipo pils y protagonista de uno de los más importantes grupos cerveceros mundiales.
La cervecería Piedbœuf, tras un acuerdo de colaboración con la cervecera de Lovaina Stella Artois, crea en 1987 el grupo Interbrew, que a su vez, en 2004, se fusiona con la cervecera brasileña Companhia de Bebidas das Americas (AmBev) para constituir InBev, que se volvería a fusionar en 2008 constituyendo el macrogrupo Anheuser-Busch InBev.
Aunque su origen se data en 1853, son fechas relevantes el año de su refundación, 1873, y la segunda década del siglo XX, momento en el que se decanta por la elaboración de cervezas lager de baja fermentación.
Pero sobre todo destaca el año 1959 cuando se lanza la primera Jupiler (Urtyp) para competir con las cervezas estilo pilsen alemán, muy de moda en Bélgica. El éxito de la cerveza hará que la misma cervecera adopte el nombre Jupiler, un topónimo nacido de la localidad donde se originó su actividad cervecera: la villa de Jupille-sur-Meusse, en Lieja.
Un acierto empresarial que cambiará su historia y la convertirá, desde 1966 en la “cerveza preferida de Bélgica”, superando a su competidora y luego aliada Stella Artois.
Jupiler también ha querido ser , entre las marcas cerveceras belgas, un referente más allá de la propia cerveza, integrando la marca en actividades deportivas y culturales como patrocinador futbolístico y de conciertos.
Brouwerij Artois
Aunque en su logo figura la fecha de 1366, la primera mención a la cervecería original (Den Hoorn, de ahí el cuerno que corona el logo) data de 1466.
Esta taberna para cazadores vio florecer su negocio gracias a los estudiantes de la Universidad de Lovaina y a que en el siglo XVI era más saludable beber cerveza que agua.
En 1717, Sebastiaen Artois, maestro cervecero, cambia el nombre por el de su apellido aunque conserva para la marca el diseño del cuerno.
Durante la Francia napoleónica, Artois, era la cervecería más grande no solo de la actual Bélgica, sino de todo el imperio.
Como su rival, Jupiler, Artois da el giro a la producción de cerveza lager al finalizar el siglo XIX, pero la estrella que da nombre y corona esta marca cervecera no aparece hasta 1926 cuando lanza por Navidad una cerveza homenaje a sus convecinos de Lovaina.
La estrella, representada con 5 u 8 puntas según ha evolucionado la marca, sigue recordando ese espíritu navideño original aunque la propia cerveza tenga poco que ver con el estilo típico de las cervezas de Navidad o winter warmers.
Esta cerveza se elaboró en un edificio levantado apenas cuatro años antes y que tras cerrarse en 1992 para mudarse a unas instalaciones totalmente automatizadas, fue recuperado poco más de una década después, en 2012.
Beber una Stella Artois comprende un elaborado ritual de disfrute que incluye su afamada copa en forma de cáliz, que difiere del tipo «tulipán» de la original copa diseñada por Duvel a finales de los años 60.
Brasserie d’Achouffe
La leyenda de esta cervecera de la localidad belga de Achouffe cuenta que sus recetas provienen de un libro de magia atesorado por los duendes de la comarca: Vallée des Fées o ‘Valle de las Hadas’.
Mas la historia real parece comenzar cuando dos cuñados, los fundadores de la cervecera y amantes de la cerveza hecha en casa, disfrutaban de unas birras en un bar del municipio de Houffalize, donde había un gnomo de jardín plantado en la terraza.
Cuando fundaron Brasserie d’Achouffe, en 1982, tenían claro que no querían en sus cervezas la imagen de “otro monje más” como mostraban tantas etiquetas de cerveza belga. Así crearon a Marcel, el duende de La Chouffe, y al resto de su familia de enanitos cerveceros.
En las cervezas Chouffe, cada duende es símbolo e inspiración para una de las variedades de la gama. Por ejemplo, Malcolm, el gnomo de su cerveza McChouffe.
Malcolm viste un kilt escocés; un guiño a las oscuras cervezas escocesas que inspiraron, quizá, las primeras cervezas negras trapenses. Micheline es la duende protagonista de la cerveza Cherry Chouffe, premiada no hace mucho en los World Beer Awards.
La marca cervecera Chouffe, al igual que Liefmans, forma hoy parte del porfolio de Duvel-Moortgat.
Brouwerij Liefmans
Liefmans es una cervecería belga ubicada en la ciudad de Oudenaarde, en la región de Flandes. Liefmans es (re)conocida por sus cervezas ácidas de fermentación mixta, como su cerveza insignia: Goudenband.
Esta cerveza, Goudenband, es la favorita de la mujer que aparece en el logo de las etiquetas de Liefmans. Una mujer que marcó un antes y un después en una cervecera con más de tres siglos de historia: Rosa Merckx también conocida como ‘Madame Rose’.
‘Madame Rose’ comenzó como secretaria en Liefmans en 1946, cuando el mundo cervecero era principalmente masculino. Su talento para catar cerveza la llevaría a convertirse en la primera maestra cervecera y, a petición de la familia Liefmans, llevar la gerencia de la cervecera Liefmans hasta su compra en 2008 por el grupo Duvel-Moortgat.
La historia de las cervezas Liefmans, que comienza en 1679, está ligada desde mediados del siglo XVIII a las fértiles tierras de Oudenaarde y las orillas del río Escalda quienes sirven de sustento natural a estas cervezas únicas. Pero es desde 1900 cuando la cervecería empezó a llenar sus tanques de maduración con kriek: cerezas amargas de la variedad Morello –guindas–. Estas cerezas belgas provenían de excedentes de los agricultores locales quienes, en pago, recibían cerveza a cambio. Buen trueque.
Brouwerij Huyghe
Conocida principalmente por sus cervezas “Delirium”, las del elefantito rosa, Huyghe es una cervecería belga fundada por Leon Huyghe en 1906 en Appelhoek, ciudad de Melle, lugar donde se conocía actividad cervecera desde 1654.
Sin embargo no adopta el nombre familiar hasta 32 años después cuando cambia su nombre “Den Appel” por el de PVBA Leon Huyghe.
Inicialmente elaboraba cervezas tipo lager como la Golden Kenya de 1945 o variedades, de moda en el momento, tipo dortmunder como su Eigerbräu de 1964.
Es en la década de los 80 cuando la cervecera despega virando su producción hacia las cervezas tipo ale belga con la ambarina “Artevelde” y la cerveza de menta “Miss Minty”, muy del gusto francés.
El broche de oro en esa década lo puso la creación de “La Guillotine” y, sobre todo “Delirium Tremens”, cerveza que inició una exitosa línea de variedades “strong”.
En una arriesgada apuesta de branding, la cervecera eligió un símbolo asociado a los efectos de la ebriedad como exponente de su marca; funcionó y su merchandising es memorable.
Las últimas tres décadas Huyghe ha crecido no solo en variedad, marcas cerveceras y premios, también en capacidad de producción, sostenibilidad, y modelos de negocio con sus actividades de cateríng y turísticas.
St. James’s Gate Brewery
Arthur Guinness funda, en 1759, St. James’s Gate en Dublín, en el local de una cervecería abandonada junto al punto de partida para los irlandeses que iniciaban su peregrinación al Camino de Santiago.
Diez años más tarde, la cervecera ya exportaba sus cervezas ale a Inglaterra.
Con el cambio de siglo Guinness también cambia de orientación y pasa a centrarse en la fabricación de cervezas negras tipo porter, que se perfeccionarán en las décadas siguientes sentando las bases de su famosa cerveza stout y comenzando la exportación internacional.
A finales del siglo XIX, las instalaciones y servicios de la cervecera se habían expandido tanto que se la conocía por “la ciudad dentro de la ciudad”, y ya invertía en recursos científicos para la experimentación y mejora de la producción y la calidad.
Mientras que la primera mitad del siglo XX y sus conflictos no consiguen hacer gran mella en la producción de Guinness, la segunda mitad del siglo XX ve la creación de plantas de Guinness en Asia y África, así como la consolidación de una imagen respaldada por una publicidad tan original que ha convertido a Guinness en un clásico internacional, casi un genérico para referirse a las cervezas negras, entre las marcas cerveceras.
Los países con mayor consumo de Guinness son: Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos y, curiosamente, Nigeria y Camerún.
Kasteel Brouwerij
Herederas de una tradición cervecera familiar que se remonta al siglo XIX, las cervezas belgas de Van Honsebrouck y su emblemático Bierkasteel son un ejemplo de tesón, visión e innovación cervecera y mediática, como demuestra su marca más joven: Filou.
A mediados del siglo XX, Sint Jozef era una cervecería era demasiado pequeña y con una oferta demasiado corriente como para competir. En 1956, cambiado su nombre a Van Honsebrouck, decide especializarse. Primero en la elaboración de cerveza negra añeja a la que llaman Bacchus. Después en la variedad gueuze: la marca St.Louis nació con la Exposición Mundial de 1958 y dio a la cervecera la oportunidad de distanciarse del abarrotado mercado de las lager para enfocarse en las afrutadas, convirtiéndose en apenas dos décadas en el segundo productor más grande de gueuze del país y una de las pocas cerveceras productoras de lambic fuera de la comarca original.
Tras el éxito de la cerveza Brigand, Van Honsebrouck quiso volver a dejar su sello lanzando la marca cervecera Kasteel a finales de los ochenta. Una amplia gama que ha seguido innovando en sus lúpulos, levaduras, procesos, aromas y sabores llegando a conquistar con su Kasteel Rouge no solo Europa, sino Asia y América, con su gama de cervezas en lata “Nitro Infused” y la apertura de una filial en USA.
Brouwerij De Molen
Brouwerij De Molen estaba situada en el molino De Arkduif del siglo XVII en la ciudad de Bodegraven. Ahora la cervecera se encuentra a unos 200 m de distancia y el molino, donde se mantiene la caldera artesana de cobre, es la sede del Brouwcafé De Molen.
Fundada por un aficionado a la elaboración de cerveza casera ha mantenido un carácter artesanal donde su producción es embotellada a mano en la propia cervecería, sellada con cera y numerada individualmente.
Sus creaciones cerveceras, premiadas internacionalmente y referentes en los Países Bajos, se basan en el contraste: encontrar combinaciones únicas de ingredientes e incorporar al proceso técnicas y personas que favorezcan la innovación. Ese espíritu de “sumar” se ha trasladado a la imagen de esta marca cervecera, quien ha sustituido por un “ampersand” (&) el antiguo logo del molino que ha quedado asociado al Brouwcafé.
A su actividad artesanal se suman un espíritu inclusivo y solidario: tiene un taller interno que ocupa a discapacitados mentales. La cervecera también organiza y da cabida desde 2009 el festival cervecero internacional Borefts.
Ayinger Privatbrau.
Su nombre completo es Brauerei Aying Franz Inselkammer. Franz fue el primer Inselkammer de una saga familiar que, desde 1936, está al frente de la cervecería que fundara en 1876 Johann Liebhard desde la granja y antigua taberna monástica que regentaba su padre.
Siempre atentos a incorporar al negocio las innovaciones, como la llegada del tren en 1900 o la electricidad en 1911, la familia supera las dificultadas provocadas por la I Guerra Mundial y procede a la modernización de la cervecería tanto en su producción embotellada, como en su distribución en camión o su comercialización, para lo que fundó una taberna en la estación de ferrocarril.
La línea dinástica familiar pasa de padres a hijas hasta llegar a Franz Inselkammer I, recuperador e impulsor de la cervecería tras el ascenso del nazismo y la II Guerra Mundial. Ambas catástrofes no provocarían graves daños en comarca de Aying en la Alta Baviera donde la cultura cervecera tiene larga tradición.
Ayinger ha sido un fiel representante de la cultura cervecera bávara durante más de 140 años y es una de las cervecerías más premiadas de Europa. Produce más de una docena de tipos cerveceros y su cerveza ‘fuerte’, Ayinger Celebrator, es reconocida entre las mejores cervezas del mundo de su clase.
Kulmbacher Brauerei
Erste Kulmbacher Union Brauerei es la cervecería que desde 1872 hasta 1996 ha venido exportando desde Kulmbach sus cervezas EKU, primero en carreta por toda Baviera y desde principios del siglo XX a todo el mundo, distribuyendo en China desde 1901.
Fundada por cuatro empresarios locales y el alcalde de Kulmbach, tras un desarrollo espectacular en el último cuarto del siglo XIX y celebrados premios, la cervecería pasó por diferentes períodos de altibajos tanto legales como comerciales hasta su adquisición definitiva en 1996 por Kulmbacher Brauerei (fundada en 1846 como Reichelbräu) que pasó así a dejar de ser considerada una marca regional.
EKU era, a principios del siglo XX, el mayor productor cervecero de Kulmbach, posición de liderazgo que recuperó tras la I Guerra Mundial, convirtiéndose en “Cervecería Autorizada del Ejército Estadounidense” tras la II Guerra Mundial y abriendo nuevos mercados en el tercer cuarto de siglo.
Al margen de los cambios societarios su marca de cerveza insignia, EKU, ha mantenido su posición referente en el panorama cervecero, y su EKU 28 (que recibe su nombre del número de grados sacarométricos) es una de las cervezas doppelbock más populares entre las marcas cerveceras de este estilo.
Brouwerij De Halve Maan
La cervecera de ‘la media luna’ continúa hoy la tradición cervecera local de cerca de 500 años sin salir del centro histórico de Brujas.
Para ello ha conseguido conectar su cervecería original, fundada en 1856, con la necesaria ampliación de su planta embotelladora, inaugurada en 2016 en las afueras de la ciudad, a través de una tubería subterránea de más de tres kilómetros, contribuyendo así a la reducción del tráfico pesado de mercancías por el empedrado centro histórico de Brujas.
Como muchas cerveceras familiares De Halve Maan mantiene su tradición dinástica de seis generaciones de la familia Maes conservando el nombre del progenitor. Así, como los Georg de Schneider o los Franz de Ayinger, los Hendrik se suceden en la cervecera de Brujas. La cerveza Straffe Hendrik (Enrique ‘fuerte’), creada en 1981 por Veronique Maes y su padre, Hendrik Maes IV, es un homenaje de la casa a su progenie.
Su particular versión de las cervezas de trigo, Blanche de Bruges, el lanzamiento de 2005 de la exitosa ale Brugse Zot (el loco de Brujas), y su, pionera en Bélgica, cerveza sin alcohol Sportzot completan una gama de marcas cerveceras que ha colocado a De Halve Maan entre los referentes y premiados cerveceros belgas.
Schlenkerla Rauchbierbra.
La comarca alemana de Bamberg, en la región de Franconia, es famosa por un tipo especial de cervezas: las rauchbier o cervezas ahumadas, un legado del antiguo sistema de secado de malta pre-revolución industrial.
Su cervecera más conocida, y una de las dos supervivientes del estilo junto a Spezial, es la del emblema con el ‘caminante cojo’ o ‘ladeado’ por los efectos del alcohol: Schlenkerla, nombre que recibió desde 1866 por su dueño Andreas Graser.
La Rauchbier de Bamberg es, a decir de los conocedores, la mejor cerveza ahumada del mundo. Y entre las cervezas “Rauch” (ahumadas) de Bamberg, Aecht Schlenkerla es un auténtico clásico que refrendan su nombre (“Aecht” significa verdadero, auténtico) y una tradición centenaria que arranca en el siglo XV con la Cervecera del León Azul.
La gama de cervezas Schlenkerla cubre ocho variedades además de las ediciones especiales y vintage de alguna de ellas.
Destacan entre ellas la cerveza de tipo cuaresmal o “lentbeer”, Aecht Schlenkerla Rauchbier Fastenbier, la Aecht Schlenkerla Rauchbier Urbock, ahumada al calor de las brasas de madera de haya y madurada en los sótanos de más de seis siglos del convento dominico que guarda sus bodegas, y también la Aecht Schlenkerla Eiche Doppelbock con el punto del licor de una doppelbock y los matices de su ahumado y envejecido en madera de roble, propios de las Rauchbier de Schlenkerla.
Desde principios de este siglo Schlenkerla está en un constante proceso de restauración y mejora de sus instalaciones y tecnología cervecera.
Boston Beer Company
Fundada en 1984 la Boston Beer Co. es más conocida por el nombre de su marca principal: Samuel Adams.
El ‘Día del Patriota’ de 1985, el tercer lunes de abril, el consultor Jim Koch lanzaba su primera cerveza: La Samuel Adams Boston Lager o ‘Samuel Adams’: Una lager al estilo de Viena de color ambarino, sabor picante y dulce con maltas tostadas, toques de caramelo y lúpulo floral en su aroma.
En ese mismo año es votada como la mejor cerveza de Estados Unidos y aprueba la Reinheitsgebot –Ley de Pureza de la Cerveza Bávara–, encabezando el desembarco de las marcas cerveceras estadounidenses en Alemania.
Siguiendo la estela de Anchor, La Boston Beer Co. también participó en el desarrollo de las cervezas artesanales en USA.
Su ‘Samuel Adams’ se basa en una receta que encontró en el ático de la casa familiar, y está dedicada al político y filósofo estadounidense homónimo, a quién también se relaciona con la producción cervecera.
La Samuel Adams es el buque insignia y la primera piedra del imperio cervecero de Jim Koch, operando desde 1996 en la bolsa de Nueva York y desde 2010 en el NASDAQ, convirtiendo a su fundador, según Forbes, en una de las mayores fortunas de USA.
Samuel Smith Old Brewery
Como cualquier cervecera inglesa que se precie la Samuel Smith Old Brewery está asociada a una cadena de pubs donde se apoya para la distribución local de sus cervezas.
Establecida en 1785 es la cervecera independiente más antigua de Yorkshire, de cuya comarca proceden las artesas de piedra donde fermentan casi todas sus ales y stouts. Y dos de las tres cervecerías supervivientes de su localidad natal, Tadcaster, fueron fundadas por miembros de la familia Smith.
En su logo, la marca cervecera Samuel Smith exhibe la emblemática rosa blanca de los York, cuya guerra con los Lancaster inspiraría “Juego de Tronos”.
Samuel Smith’s –o Sam Smith’s– no siempre se llamó así. Su denominación original era Backhouse & Hartley Brewery hasta que en 1847 fue adquirida por John Smith quien la refundó como John Smith’s Brewery en una nueva localización.
Fallecido John, la gestión de la cervecera quedó a cargo de William quien legó en 1866 el pozo y el edificio de la inoperativa Old Brewery a su sobrino Samuel quien dio origen a la cervecera que conocemos ahora.
La cervecera también es conocida por su mayoría de cervezas orgánicas con variedades frutales y por el uso tradicional, sostenible y pintoresco de caballos de tiro para la distribución de sus entregas comarcales.
Su stout de chocolate orgánica es un ‘must-taste’ al planificar una cata y la recomienda uno de nuestros comerciales más veteranos: Pedro Gómez.
Schloss Eggenberg
La cervecería Schloss Eggenberg ejerce desde 1681 y se la considera la cervecería privada más grande de Alta Austria. De marcado carácter independiente y regional trabaja con materias primas locales.
Su estrategia para mantenerse al margen de los grandes grupos cerveceros ha sido la de la especialización. Su gama actual abarca tipos diferentes de cerveza entre ellos marzen, bio, radler, light o sin alcohol, bock como Urbock 23° y la archifamosa cerveza Samichlaus.
Samichlaus no era una cerveza original de Schloss Eggenberg, pero gracias a esta cervecería la marca y la receta han perdurado hasta hoy en su tradición de inaugurar la Navidad cada 6 de diciembre, en el Día de San Nicolás.
Nacida en 1980 de la cervecera suiza Hürlimann, esta y otras cervezas pasaron a ser propiedad de la cervecera helvética Feldschlösschen en una época en que las cerveceras suizas sufrían una epidemia de fusiones y adquisiciones.
Feldschlösschen pronto abandona Samichlaus por su compleja elaboración, hasta que en 1999 la acción conjunta de consumidores, los cerveceros de Hürlimann y Schloss Eggenberg se llevan la cerveza y su tradición a Austria.
Gracias a ello podemos disfrutar hoy de una de las strong más clásicas entre las marcas cerveceras.
Wychwood Brewery
El origen de la cervecería creadora de las famosas Hobgoblin es un típico ejemplo del negocio cervecero británico: los brewpubs.
Inglaterra elabora cerveza desde antes de la invasión romana como una de sus tradiciones celtas. Desde la Edad Media, posadas y tabernas producían su propia cerveza y con el aumento de la demanda y la fabricación aparecieron los gremios cerveceros como el de Londres.
La especialización en la fabricación cervecera llevó a la separación de ambos negocios, el cervecero y el hostelero apareciendo las primeras cervecerías comerciales y más recientemente los grupos empresariales como Marston’s que, desde la hostelería, volvieron a integrar el negocio adquiriendo cerveceras como Wychwood o Young´s garantizando así el control de su demanda.
La fábrica de cerveza de Wychwood se encuentra en las malterías Eagle que datan de 1841. Originalmente pertenecían a la cadena de brewpubs Clinch’s del sur de Inglaterra.
De los años 60 a los 90 del siglo XX una serie de adquisiciones llevó a las instalaciones de Eagle a convertirse en Wychwood Brewery que, a principio de los años 2000, acabó perteneciendo a Marston’s.
El nombre Wychwood es un homenaje al bosque cercano a las instalaciones y su marca insignia, Hobgoblin, representa un duende del bosque. A la gama de cervezas Hobgoblin, Wychwood ofrece otras especialidades como la cerveza al gengibre “Ginger Beard” o la stout “Dice Man” que puedes encontrar en nuestro catálogo.
John
Martin’s
John Martin fundó en 1909 su fábrica de cerveza en Genval, comarca del Brabante Valón, en Bélgica.
De espíritu emprendedor, supo ver el potencial de las cervezas británicas e irlandesas en el mercado continental, y también el de la tónica Schweppes.
Con el crecimiento de su negocio de distribución al mercado belga, Martin se planteó abrir una envasadora para la cerveza que importaba. Ese fue el origen de la cervecería.
En 1924 John Martin se convierte en importador oficial de la cerveza Guinness y la Bass Pale-Ale. Veinte años más tarde Guinness produce en exclusiva para John Martin’s una stout de exportación. Más de medio siglo después, la empresa se convierte oficialmente en el distribuidor más antiguo de DIAGEO en el mundo, celebrando así, en 2012, cien años de colaboración con la empresa propietaria de Guinness.
En 1950, alentado por el potencial mercado de consumidores ingleses residentes en la Bélgica de posguerra, John Martin lanza su Martin´s Pale Ale, a la que, como reclamo, inicialmente llamará “Bulldog”, símbolo del desafiante espíritu británico y de su Primer Ministro Winston Churchill.
El espíritu emprendedor de esta empresa familiar sigue vivo en su directiva actual: Anthony Martin, nieto de John, ha proseguido con las aventuras cerveceras, como las cervezas de abadía Maredret, producidas por monjas, o el mix “Lambic & Stout” fruto de la colaboración entre Guinnes y la cervecera Timmerman’s que Martin adquirió en 1993.
Spaten Bräuerei
Sus orígenes se remontan a una cervecería finales del siglo XIV que va cambiando de propietarios hasta 1622 cuando recibe de sus propietarios, la familia Spatt, el nombre de Spaten. Desde entonces mantendrá el nombre.
A principios del siglo XIX, cuando nace el Oktoberfest, Spaten es una de las cerveceras más pequeñas de Múnich, 60 años después, en 1867 ya es la más grande y así continuará tres décadas siendo la única cervecería alemana premiada con una medalla de oro en la Exposición Mundial de París.
En 1844, Otto Hupp diseña el emblema de la pala de la marca que se mantiene vigente hoy.
Spaten es una cervecería pionera. Según Michael Jackson, Spaten es un referente en la historia de la cerveza lager gracias a sus innovaciones en el siglo XIX. Introduce maquinaria de vapor en 1821. Dispone de frigoríficos gracias a que financió el invento de Carl von Linde en 1873. Exporta a Estados Unidos en 1900. Y en 1922 crea una comunidad de intereses con Löwenbräu que termina en fusión.
Spaten fue cerveza de cabecera en el desembarco de las cervezas de importación en España que protagonizó José Luis Ramírez, primero con su proto-sportsbar «Los Rosales» y, desde los años 80, con la afamada cervecería Oldenburg de Madrid, como se narra en el libro «Todo… sobre la Cerveza».
Hacker-Pschorr
Era la principal cervecería de Múnich a principios del siglo XIX y su historia, que comienza en 1417 como una cervecería popular, se convierte en matrimonio cuando Theresia Hacker, hija del maestro cervecero Peter Paul Hacker, y Joseph Pschorr se casan en 1793. Desde entonces las dos cervecerías han caminado juntas, manteniendo su independencia hasta su definitiva fusión en 1972.
En 1813, poco después de la primera celebración en la Wiesn, construyen su “fortaleza de la cerveza”, el “Hacker-Keller”, la bodega subterránea de almacenamiento más grande de Alemania con 4.000 m2 de espacio para almacenar más de 35.000 hectolitros a 12 metros de profundidad. Inicialmente enfriada con hielo natural, como Spaten, introduce a finales del siglo XIX avances en refrigeración del ingeniero Carl von Linde.
Hoy parte del Grupo Cervecero Paulaner, mantiene la personalidad de sus cervezas. Un ejemplo es su característico tapón abatible que, desde 2007, incorpora a toda su gama de cervezas.
Paulaner Bräuerei
En 1634, en el monasterio de Neudeck ob der Au, los monjes de la Orden Paulaner ya elaboraban una cerveza tipo bock para su propio uso que contaba con el favor popular, pese a las reticencias de los cerveceros burgueses de Múnich.
La llegada al monasterio, en 1773, del “Hermano Bernabé” y sus artes cerveceras originó nuevos estándares de calidad y de sabor siendo su receta la base de la actual doppelbock Paulaner Salvator. Pero antes del fin de siglo el monasterio se disuelve y la cervecería queda inactiva hasta su recuperación por la iniciativa privada del maestro cervecero Franz Xaver Zacherl.
En 1818, Paulaner planta su primera carpa en las celebraciones del Wiesn, desde entonces su cerveza estará presente en el Oktoberfest. A partir de 1881 Paulaner ya produce cerveza durante todo el año gracias a incorporar también, como Spaten y otras muchas cervecerías austríacas, alemanas, danesas y holandesas, la maquinaria frigorífica de Carl von Linde.
Paulaner es la primera en elaborar una cerveza de trigo sin alcohol del mundo. En 1986 lanza su Paulaner Hefe-Weissbier Alkoholfrei. Después llegaría su Paulaner 0,0%, hoy patrocinadora del equipo de fútbol Bayern de Múnich.
Löwenbräu AG
El león de Löwenbräu denota el origen bávaro de esta cervecería originaria del siglo XVII y que llegaría a convertirse en la mayor cervecería muniquesa, capaz en 1863 de elaborar por sí misma una cuarta parte del total de la producción cervecera de la ciudad.
En 1848 Löwenbräu obtiene el permiso para elaborar cerveza bock y desde entonces su catálogo de cervezas lager y ale de trigo ha crecido en diversidad y cantidad hasta alcanzar ocho variedades.
Entre ellas, además de su Oktoberfestbier –la Löwenbräu original– pueden encontrarse la tradicional Urtyp, la potente y oscura Löwenbräu Triumphator, cervezas Dunkel, Radler y Hefe-Weissbier Weisse y también una cerveza sin alcohol.
Löwenbräu es una de las marcas cerveceras residentes del Oktoberfest de Múnich, y su león rugiente es una de las atracciones clásicas del festival.
Swinkels Family Brew.
Su historia se remonta a 1680 y, a lo largo de más de cuatro siglos, ha visto cambiar varias veces de nombre debido a su carácter hereditario de padres a hijas.
Inicialmente era una cervecera regional pero a finales del siglo XIX comenzó una expansión que no ha parado hasta nuestros días donde incluso tiene fábrica en Etiopía.
Hasta 2018 la conocimos como Bavaria (aunque no es de Baviera sino de Brabante), y después como Swinkels Family Brewers. El título de “Real” (Royal) les fue otorgado en 2019 por su importancia nacional: Swinkels Family Brewers es, tras Heineken, la segunda empresa cervecera de los Países Bajos y uno de los mayores productores europeos de malta.
El catálogo de Swinkels es diverso en variedades y marcas cerveceras. Desde lager como Bavaria a trapenses como La Trappe (ver reseña en esta misma página, más abajo), y también en marcas reconocidas de cervezas que han ido incorporando a su porfolio como las belgas Rodenbach y Palm.
Privatbrau.
Eichbaum
Aunque sus orígenes son de finales del siglo XVI, es la fusión, en 1929, entre las cerveceras Eichbaum y Werger lo que marca el crecimiento de una empresa que, tras la Segunda Guerra Mundial, participa activamente en lo que se denominó el «milagro alemán”. Esa fusión quedó reflejada en el emblema de la compañía que exhibe un roble (apellido del fundador, Jean Du Chaine, un cervecero valón) dentro de un anillo rojo, símbolo de la cervecera Werger.
Eichbaum es otra de las cerveceras que basan su calidad en un agua mineral natural: tres pozos de más de 100 m de profundidad y aislados de la superficie por diferentes capas impermeables de suelo arcilloso garantizan la pureza de sus aguas.
Varios hitos en su accidentada historia llevaron a que las ventas, inicialmente regionales, fueran extendiéndose más allá de Mannheim: obtener una medalla de oro en la Exposición Universal de Amberes en 1885, ser proveedor del ejército estadounidense durante la ocupación, o su absorción por el ahora extinto Grupo Henninger del cual les quedaron las marcas de cervezas sin alcohol Karamalz y Gerstel.
Krombacher Brauerei
El éxito de las cervezas Krombacher, y así lo reconoce el fabricante, se basa en gran medida en el agua blanda del manantial de roca (Felsquellwasser®) que, descubierto en 1722, ha surtido a la cervecera desde su fundación en 1803. No obstante, hay evidencias de que ya en 1616 se elaboraban cervezas en la pequeña localidad de Krombach.
Krombacher Brauerei está entre las cervecerías familiares más grandes de Alemania y sus cervezas son de las más vendidas de Alemania. Su famosa cerveza pils llegaría apenas un siglo después y supuso un gran empuje para el crecimiento y consolidación de la empresa que es una de las mayores generadoras de empleo de la ciudad de Kreutzal, sede de la cervecera desde finales del siglo XIX. Su torre monumental puede verse en el logo de Krombacher.
A la calidad de sus cervezas se sumó lo privilegiado de su ubicación situada en una vía de comunicación entre Siegen y el Sauerland y beneficiada por el desarrollo de la red ferroviaria que facilitaba el flete de sus barriles y la expansión comercial.
Hoy la gama de Krombacher se extiende más allá de las pils con cervezas Premium de los tipos lager oscura, Hell, Weizen, Sin Alcohol, 0.0% y la especial Kellerbier, sin filtrar.
König Brauerei
La KöPi (apodo coloquial con la que se la conoce en Alemania) es una cerveza superventas que se presenta como la “cerveza de salir del trabajo” y cuya fabricación supo desde muy temprano conjugar el arte tradicional de la elaboración cervecera con los avances tecnológicos.
La cervecera tomó como marca el apellido de su fundador Theodor König (‘rey’ en alemán). Hoy es parte del Bitburger BrauGruppe, y tiene, como Krombacher, sus inicios en el siglo XIX. Es así mismo una cervecera de origen rural y familiar que creció pareja a la industrialización de la comarca; también es de las mayores vendedoras de cerveza pilsner y en los años 60 del siglo XX se convirtió en referente del estilo entre las marcas cerveceras.
Marcó tendencia en 1900 lanzando una cerveza lupulada, que veinte años más tarde ya se vendía fuera de la localidad y que, más adelante, fue adaptándose al gusto cambiante del consumidor hasta llegar a la Konig Pilsener que disfrutamos hoy.
König dispone de una gama de cervezas lager: la sin filtrar Th. König Zwickl –homenaje a su fundador Theodor König–, y la König Pilsener Non-Alcoholic. También tuvo entre sus cervezas una Altbier, hoy descatalogada.
Pilsner Urquell
Los promotores de la Cervecería Ciudadana de la ciudad de Pilsen (Měšťanský pivovar Plzeň) obtienen licencia para comenzar su actividad cervecera y conscientes de que los bebedores de cerveza han cambiado sus preferencias y prefieren las cervezas lager de color cobrizo procedentes de Viena a las ale marrones de Bohemia, deciden contratar a un joven de 29 años procedente de una familia cervecera y conocedor de los métodos bávaros.
Josef Groll, a quien hoy se conoce como el “Padre de la Pilsner”, presenta el 5 de octubre de 1842 una cerveza refrescante, de tonos claros y dorada, coronada de fina espuma, blanca como una cumbre nevada, resultado de combinar la baja fermentación con el agua blanda local, el lúpulo noble Saaz, la malta de cebada de Moravia horneada con aire caliente, y levadura y mosto fermentado adquiridos en Baviera.
En ese punto comienza la historia de una marca cervecera a la que se deben más de dos tercios de las cervezas que se producen actualmente: las lager tipo pilsen.
Molson Coors
Beverage Co.
La multinacional cervecera nacida de la fusión en 2005 de la canadiense Molson y la Estadounidense Coors, es hoy uno de los primeros grupos cerveceros del mundo y el mayor de Norteamérica, contando en su porfolio con más de 130 marcas cerveceras que exceden hoy tanto el ámbito cervecero como el americano.
Sus compañías matrices, incluida la cervecera Miller que el grupo adquiere en 2016, son todas cerveceras históricas en Norteamérica fundadas entre los siglos XVIII y XIX. Sin embargo sus compañías incorporadas mediante joint ventures o adquisiciones provienen de todo el mundo: República Checa, Bulgaria, Croacia, Rumanía, Reino Unido, Irlanda, India, España…
Aparte de Coors y Miller, una de sus marcas más populares es la cerveza de trigo al estilo belga Blue Moon que elaboró en 1995 la cervecera Sandlot en Colorado.
Weihen-
stephan
Presume de ser la cervecera más antigua del mundo y, aunque hay referencias al cultivo de lúpulos en el siglo VIII y privilegios eclesiásticos para la elaboración cervecera en el siglo XI, la fábrica tal como la conocemos hoy, data del siglo XIX.
El 1803 se disuelve el monasterio de Weihenstephan y el claustro pasa a ser propiedad del gobierno bávaro. En 1895 se funda la «Real Academia Bávara de Agricultura y Cervecería», estableciéndose en 1907 como una cervecería experimental que opera hoy como una empresa privada en manos públicas; de ahí el escudo de Baviera en su logo.
En 1920, la Academia se convierte en Universidad y cuenta, en opinión de Michael Jackson, con las más famosas facultad cervecera y colección de levaduras del mundo. Un año después adopta el nombre de Weihenstephan.
Reconocida por sus cervezas de trigo, sin embargo, su adopción definitiva del estilo solo llega tras la recuperación y popularización del mismo por la familia cervecera Schneider.
Hoegaarden
Brewery
En la localidad del brabante flamenco Hoegaarden, en Bélgica, ya en 1445 monjes locales elaboraban la Witbier o típica cerveza de trigo belga. Cinco siglos después la última de sus más de treinta cerveceras, Tomsin, cerró en 1957, pasando casi al olvido la receta tradicional a base de agua, trigo, lúpulo, semillas de cilantro y piel de naranja.
Un vecino lechero, Pierre Celis, que en su juventud había trabajado en la cervecera, acepta el reto vecinal de recuperar el estilo y comienza a producirla en su pajar. La demanda crece y con ella la fábrica que pasa a formar parte de Interbrew merced a un préstamo para solucionar los perjuicios de un incendio.
A pesar de la marcha del fundador a USA, la presión comarcal consiguió que la elaboración de esta marca cervecera permaneciera en la localidad y mantuviera la receta original que se puede disfrutar hoy como hace siglos.
Brasserie
du Bocq
En 1858 un granjero de Purnode, Martin Belot, elaboraba por vez primera una cerveza, en principio para consumo familiar pero pronto pasaría a crecer por la demanda comarcal.
Tras la Segunda Guerra Mundial la cervecera lanza “La Gauloise”, una ale tostada que cosecha un gran éxito convirtiéndose en una de las marcas cerveceras estrella de la compañía junto a su premiada cerveza ‘blanca’ Blanche de Namur, lanzada en 1988 y proclamada la mejor cerveza de trigo del mundo en los World Beer Awards de 2009.
En la elaboración de las cervezas de du Bocq priman los ingredientes de primera calidad, en especial el agua que se extrae de la capa freática situada bajo la cervecería.
Brasserie du Bocq es también artífice de nuestra cerveza estilo abadía Te Deum.
G. Schneider & Sohn
La cervecera bávara más antigua, de las especializadas en cervezas de trigo, comenzó su actividad en 1872, justo cuando las cervezas lager parecían desterrar del gusto popular a las cervezas tipo ‘Weizen’.
Georg Schneider I y II, inician la saga familiar cervecera arrendando la cervecería real Weisses Bräuhaus y obteniendo, sin ser parte de la nobleza, el derecho de producir cerveza de trigo: el “Weissbierregal”. La marca recuerda a sus fundadores perpetuando la elaboración de la clásica receta de cerveza de trigo de Schneider Weisse: la TAP7 “Mein Original”.
Tras el cambio de siglo y con la gestión de la empresa a cargo de la viuda de Georg Schneider III, la cervecera supera los retos de ambas guerras, comienza a restablecerse con Georg IV, crece en infraestructuras y variedades cerveceras con Georg V, y se abre a nuevas posibilidades con Georg VI como la colaboración con cerveceros americanos para su Weizen Doppelbock Hopfenweisse TAP5.
Brouwerij’t
IJ
La cervecera Brouwerij ‘t IJ ocupa un antiguo baño público junto al molino de viento De Gooyer, uno de los ocho que quedan en Ámsterdam, e incluye en su emblema un avestruz, un huevo y un molino de viento.
Nacida en 1985, fruto de la pasión de unos amigos por las cervezas belgas y el desencanto con la oferta cervecera corriente los Países Bajos, produce cervezas artesanales no filtradas o pasteurizadas, orgánicas al 100 por cien.
Zatte, una triple al estilo de las rubias belgas fuertes fue su carta de presentación. Natte es la dubbel tostada de la familia. Otras referentes de su carta son la roja y poderosa Columbus, y Struis, un barley wine al más puro estilo inglés.
Desde 2015, Brouwerij ‘t IJ colabora en asociación con Duvel Moortgat recibiendo apoyo en tecnología cervecera, distribución, y respaldo financiero.
Roman
Se presenta como la cervecería familiar más antigua de Bélgica, y no por ello resulta la más tradicional pues sus especialidades cerveceras no solo siguen la línea de las cervezas belgas, también ofrece otros estilos inspirados en cervezas francesas y alemanas.
Catorce generaciones de la familia Roman han conseguido llevar adelante la cervecera establecida en 1545, recuperándose de la Segunda Guerra Mundial con la fabricación de una Pilsen de éxito.
Además de las variedades Pilsen y trigo Roman, en nuestro catálogo puedes encontrar, entre sus marcas cerveceras, las ale Sloeber y su versión IPA, la BIO Adriaen Brouwer, las ales belgas conmemorativas Gentse y Rebelse Strop, y las cervezas de abadía Ename, que homenajean a la abadía pionera en la elaboración cervecera de la zona, y la sin alcohol Ramón.
Orval
A la abadía de Nuestra Señora de Orval (Abdij Notre-Dame d’Orval) también le tocó vivir tiempos convulsos. Desde 1132 sufrió incendios, guerras y saqueos hasta que que en 1926 fueron donadas las tierras a la Orden Cisterciense obteniendo el reconocimiento de Abadía en 1935.
Dice la leyenda que el monasterio original se fundó porque una trucha emergió de las aguas para entregar su anillo nupcial a “La Gran Condesa” que lo había perdido en el río. Por ello las etiquetas de la cerveza Orval muestran al pez con el anillo en la boca.
En los terrenos de la abadía, para financiar las obras de reconstrucción, se creó en 1931 la Brasserie d’Orval. Aunque ya era conocida la actividad cervecera en la zona desde varios siglos atrás, las cervezas de Orval resultaron diferentes por los maestros cerveceros contratados quienes incorporaron métodos alemanes e ingleses.
El experto cervecero Michael Jackson consideraba la cerveza Orval como un “clásico internacional”
Westvleteren
La Sint-Sixtusabdij van Westvleteren no tiene una historia tan dilatada como la de otras abadías trapenses. Sus inicios datan de 1831 y un siglo más tarde inicia su comercialización cervecera que interrumpirá al final de la Segunda Guerra Mundial para licenciar la receta a una cervecera cercana y así sufragar los costes de su mantenimiento.
Esa cervecera es la que ahora produce, con las mismas recetas, las cervezas de abadía St. Bernardus. Originalmente comercializadas como Sixtus Watou, pasaron a desvincularse de la abadía de Sint Sixtus al sumarse ésta a la Asociación Internacional Trapense y producir de nuevo internamente sus cervezas en 1992.
Considerada la mejor cerveza del mundo, la producción cervecera limitada, su excelente calidad y las limitaciones de la venta al público, han dotado a las cervezas de la abadía de Sint Sixtus en Westvleteren de unos valores añadidos de exclusividad y prestigio que la situan entre las marcas cerveceras de culto.
Achel
La historia de las cervezas trapenses es una historia de solidaridad. Aunque aún presente en la Asociación Internacional Trapense, la cervecera Achel (Brouwerij der Sint-Benedictusabdij de Achelse Kluis) dejó de ser estrictamente trapense en enero de 2021 pues sus últimos monjes se retiraron a la abadía de Westmalle.
Destruida dos veces, durante la Revolución Francesa y la Primera Guerra Mundial, y reconstruida otras tantas con el apoyo de las abadías de Westmalle y Rochefort, Achel inició su actividad de fabricación cervecera trapense en 1871.
Hoy, aunque veamos cambiar en sus etiquetas el distintivo “TRAPPIST” por el escudo de armas del monasterio de Achel, podremos seguir disfrutando de sus cervezas rubia y negra de auténtico espíritu trapense pues, semanalmente, el abad de Westmalle supervisa la elaboración de cerveza según las recetas originales y sus ingresos se seguirán destinando al mantenimiento de la abadía, la solidaridad trapense, proyectos de desarrollo y organizaciones benéficas.
Rochefort
Brasserie de Rochefort está asociada con la Abadía de Notre Dame de Saint-Remy en Rochefort, cuyos orígenes cerveceros se remontan al siglo XVI.
Rochefort se inspiró para su primera cerveza en la Patersvaatje de Achel, su abadía madre y proveedora de monjes, comenzando su producción cervecera en 1899 y obteniendo un Grand Prix en una exhibición en Bruselas.
También afectada por los destrozos de la Primera Guerra Mundial, Rochefort obtuvo el apoyo de la abadía de Chimay que, además, envió a un maestro cervecero para modernizar sus instalaciones y mejorar las cervezas.
Rochefort fue una de las seis abadías fundadoras de la Asociación Internacional Trapense en 1997 que otorga el sello de calidad «Authentic Trappist Product» a las cervezas que observan los criterios monásticos y de calidad que dicta la “Regla de San Benito”.
Sus cervezas, las rojiza, tostada y negra Rochefort 6, 8 y 10, cuentan con dicha certificación.
Westmalle
Dentro de los muros de la Abadía de Westmalle en Bélgica se encuentra la Brouwerij der Trappisten van Westmalle, cuna de una de las principales marcas cerveceras belgas trapenses.
Aunque fundada en 1764 no es hasta 1836 cuando la abadía es declarada trapense e inicia su elaboración cervecera.
Westmalle es una cervecera pionera. A ella la debemos la creación en 1856 de la primera cerveza “dubel” año en que se comienzan sus primeras ventas. También a Westmalle debemos el término “tripel”, que aplicaron a una cerveza tipo golden strong pale ale en 1934.
Aunque sus tres cervezas trapenses, Dubbel, Trippel y Extra, se disfrutan en todo el mundo, su producción no persigue un fin comercial, sino el sustento para los monjes, el mantenimiento y desarrollo de la cervecería y unas buenas condiciones laborales de los empleados seglares. El resto de los ingresos se destina a organizaciones benéficas, obras sociales y personas necesitadas.
Chimay
La Abadía de Scourmont, en el municipio belga de Chimay, nace como priorato con el apoyo de las abadías trapistas de Westmalle y Westvleteren, y el Príncipe de Chimay.
La abadía alberga su cervecería desde 1862. A ella se le atribuye el usar por vez primera “Trappist Ale” en el etiquetado.
Chimay es conocida por el color de los etiquetados de sus cervezas azul, roja y la triple de etiqueta blanca. Como en sus abadías hermanas, Chimay producía su propia ‘patersbier’, cerveza exclusiva para los monjes que acabó por comercializarse como Chimay Doree. También su Chimay Verde, la edición 150 aniversario en principio limitada, ha vuelto de manera permanente a su catálogo.
A sus principios trapistas Chimay suma una postura responsable con el entorno: sus residuos se recuperan para el ganado de la zona que produce la leche con la que la abadía elabora sus quesos.
La Trappe
La Trappe toma el nombre del monasterio francés del siglo XII que dio nombre a la comunidad trapense, pero la cervecera, Brouwerij de Koningshoeven, pertenece a la Abadía de Notre-Dame de Koningshoeven, situada en los Países Bajos, y es una de las dos cervezas de abadía holandesas, junto con Zundert, integradas en la Asociación Internacional Trapense.
Sus orígenes monásticos fueron franceses, pero el anticlericalismo de la Tercera República hizo que monjes del norte de Francia buscaran en Holanda nuevos emplazamientos para establecerse.
Los antecedentes familiares cerveceros en Munich de uno de los priores propiciarían en 1884 la actividad cervecera en la abadía lo que mejoró la situación financiera aumentando también su comunidad monástica.
Hoy son nueve las cervezas que comercializa La Trappe, y entre ellas una orgánica.
Zundert
María del Refugio (Abdij María Toevlutch) no se constituiría en abadía hasta 1934, tras décadas de retos financieros en los que fueron amparados por la abadía de Westmalle y las donaciones de una benefactora local.
La necesidad fue acicate para la innovación en los monjes de Zundert: en los años 70 introdujeron la liturgia en holandés y la meditación zen en su abadía.
Orientada a la agricultura y ganadería, en 1998 la abadía hace más sostenible su actividad ganadera que abandonará en 2011 para centrarse en la actividad cervecera.
La primera cerveza de la Trappistenbrouwerij De Kievit, hoy Zundert 8, se lanzaba al mercado en 2013. Y en 2019, la oscura y fuerte Zundert 10 es nombrada la mejor cuádruple, entre las marcas cerveceras de los Países Bajos, en el Dutch Beer Challenge.
Fuller’s Brewery
Cervecera familiar londinense creada en 1895 y vinculada a negocios de hostelería: pubs, posadas y hoteles. Conocida desde el siglo XVII como la “Cervecera del Grifo” por la bestia mitológica que preside su emblema, sus cervezas ale se exportan hoy a 80 países y han sido premiadas en diferentes certámenes cerveceros; entre ellas nuestras bien conocidas Fuller’s London Pride, Fuller’s London Porter y Fuller’s ESB.
Desde 2019, la cervecera de Chiswick forma parte del gigante cervecero japonés Asahi, tras escindirse de su matriz Fuller, Smith & Turner PLC.
Brouwerij The Musketeers
Amigos e ingenieros cerveceros, los creadores de la Troubadour Magma fundaron en 1999 The Musketeers Brewery elaborando sus primeras cervezas ale en la cocina de la madre de uno de ellos.
Poco a poco las cervezas Troubadour fueron conquistando su posición entre las marcas cerveceras del mercado belga y del extranjero. Primero crearon la Troubadour Blond, después la siguieron sus hermanas Obscura y Magma, y hoy cuentan con una amplia gama de cervezas repartidas en varias series: de las clásicas Belgian Legends a la más experimental y colaborativa Dirty Talk o las ediciones limitadas de Bucket List.
Flying Dog Brewery
La cervecera artesana más grande de Maryland (USA) fue fundada en 1990 por un catedrático de Física y comenzó como un Brewpub en Aspen, Colorado.
Su lema “Good Beer, no shit” defiende el arte cervecero, la experimentación y la calidad como estrategia empresarial para su marca cervecera. Muchas de sus cervezas emblemáticas aún se mantienen en cartel… y en nuestro catálogo, como las IPA Snake Dog, Double Dog o Raging Bitch, y la Imperial The Truth.
Su apuesta por el arte y la creatividad más allá de su imagen diseñada por Ralph Steadman, quien llegó a Flying Dog recomendado por el escritor Hunter S. Thompson.
Birra Toccalmatto
Sueño cumplido de Bruno Carilli, la cervecería se fundó en Fidenza en 2008 y en solo cinco años fue nombrada “Mejor Cervecería del Mundo por Rate Beer”.
En su compromiso de elaborar “Solo Cervezas con Carácter”, Toccalmatto se distingue por su amplia y constante investigación sobre el lúpulo, las levaduras y la fermetación, lo que la sitúa a la vanguardia en la experimentación. También por ser punto de referencia y cantera de talentos cerveceros entre las marcas cerveceras italianas y europeas.
Desde 2020 introduce su nuevo formato de lata que hace aún más espectaculares sus envases inspirados en los géneros cinematográficos como atestiguan sus B-Space Invader, Maciste, Re Hop y Zona Cesarini
Cervezas DouGall’s
Cántabra, de Liérganes, con nombre anglosajón, Dougall’s es una fábrica de cerveza artesana ubicada fundada en 2006 por el inglés Andrew Thomas Dougall: un editor enamorado de Cantabria y de la oportunidad de introducir en España una cerveza de sabor diferente a las que se bebían a finales de los noventa.
En 2012 lanza su 942, una APA lupulada y sabor tropical que se gana el paladar de los aficionados cerveceros. Entre sus cervezas destacan sus IPA, incluida una orgánica, la APA premiada Happy Otter y la tostada Tres Mares.
Pionera en el sector artesanal y comprometida con el entorno productivo rural y la naturaleza tiene en su porfolio la primera cerveza sin gluten de Cantabria: Raquera.
…muy pronto más cervezas
En Fassbiere queremos que nuestra gran variedad de cervezas en catálogo tenga también su reflejo en esta web.
Una selección tan amplia que abarca gran variedad de marcas, estilos, procedencias o especialidades tanto tradicionaless como de tendencias emergentes.
Hasta aquí has podido ver solo una pequeña muestra de las marcas cerveceras, grandes y pequeñas, industriales y artesanas, históricas y recién llegadas, nacionales e internacionales… Y en breve te presentaremos más.